El sindicato UPCC se persona en el «caso Willy García» de la TV Canaria

El secretario general de la Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias (UPCC), Samuel Toledano, y el abogado de la acusación popular en el conocido como «caso Willy García», José Pérez Ventura, explicarán este lunes la decisión del sindicato de personarse en esta causa. De esta manera, los representantes de los periodistas de las Islas tendrán voz en el procedimiento penal abierto y podrán ser oídos en todo momento, pudiendo recurrir las resoluciones judiciales que consideren perjudiciales para sus intereses.

Este paso que da el sindicato se añade al paso dado en agosto de 2013, cuando el sindicato e Izquierda Unida Canaria presentaron ante la Fiscalía Anticorrupción de Santa Cruz de Tenerife una denuncia por las irregularidades en la tramitación y elaboración de los contratos de Radiotelevisión Canaria (RTVC) detectados en un informe de la Audiencia de Cuentas

que analizó, a instancias del Parlamento, los contratos del ente público entre los años 2007 y 2011.

En este caso, la justicia está investigando los contratos bajo sospecha entre la productora del periodista Paco Padrón, Amanecer Latino, y Televisión Canaria, por los que aquel pudo saldar una deuda millonaria con la Seguridad Social. Además, la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la capital tinerfeña investiga en base a los hechos relatados por un denunciante anónimo y que motivaron unas pesquisas policiales durante los últimos meses, con incautaciones de abundante material probatorio en la sede administrativa del ente público de radiotelevisión.

Se investiga asimismo si existen ilegalidades en convenios con las productoras Doble Diez Comunicación y Siete Mares, que también fueron favorecidas con jugosos acuerdos comerciales por decisión de Willy García, extrabajador de Doble Diez y amigo personal de su dueño, Santiago Falcón. Las contrataciones en cuestión suman alrededor de 12 millones de euros. García ocupó el puesto de director del ente durante ocho años, designado «a dedo» por Paulino Rivero.