La «banda de la chatarra»: 15 detenidos y 2 millones estafados a una multinacional

La chatarra como jugosa materia prima de la estafa a un gigante mundial de la siderurgia, Arcelor-Mittal. Es la trama que la Policía ha destapado en Zaragoza tras varios meses de investigaciones. La operación, que ha culminado esta semana, se ha saldado con 15 detenidos. A todos ellos se les acusa de participar organizadamente en un fraude que habría supuesto, según las pesquisas, algo más de dos millones de euros estafados a Arcelor-Mittal con la manipulación de los pesajes de materia prima que entraba a la factoría.

En la trama, según la Policía, había operarios de diversos cometidos y que cubrían toda la cadena de controles que ordinariamente se aplican cuando llegan camiones cargados con chatarra utilizada como materia prima en la fábrica: camioneros, encargados de la sección de pesaje, clasificadores...

Así, hasta quince en total.

Según la investigación, estaban perfectamente coordinados y tenían garantizado cubrir toda la cadena que va desde la llegada del camión con la chatarra hasta la colocación del material en la planta.

La mecánica del fraude consistía en manipular los datos de los pesajes, para que la empresa pagara por más materia prima de la que realmente recibía. Esa diferencia de más que Arcelor-Mittal pagaba se la acababan repartiendo los implicados en la trama.

A esta fábrica de acero llegan abundantes camiones con chatarra para incorporarla a su proceso de producción. Cuando llega un camión y descarga, se pesa y se realiza una selección del material: de todo el producto que se controla en las básculas de entrada, una parte siempre se desecha y se descuenta de la factura final por tratarse de material inservible. Lo que hacía la trama era anotar menos cantidad inservible que la que realmente había en cada carga, de forma que la empresa acabara pagando un sobreprecio que luego se repartían los miembros de esta «banda de la chatarra».

La investigación apunta a que estas operaciones fraudulentas se prolongaron durante meses, hasta que en marzo pasado saltaron las alarmas: los servicios de control de la planta detectaron que algo no cuadraba y denunciaron el caso a la Policía. Desde entonces se han prolongado las investigaciones que han conducido, esta semana, a la desarticulación de la trama y, de paso, a la detención de otras tres personas más —al margen de las 15 arrestadas por el fraude— acusadas de un delito de robo con violencia e intimidación contra uno de los implicados en el grupo que estafaba a Arcelor-Mittal.