Imagen de archivo de excavaciones en el yacimiento de Bílbilis
Imagen de archivo de excavaciones en el yacimiento de Bílbilis
CULTURA

Arqueología «de guerra» en Bílbilis, la cuna del poeta Marcial

La falta de dinero deja heridas las investigaciones en este importante yacimiento romano ubicado en Calatayud

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La investigación arqueológica en Bílbilis, en Calatayud (Zaragoza) languidece por falta de inversión pública. El Gobierno aragonés, al que le corresponden las competencias en materia de arqueología, ha vuelto a dejar sin presupuesto a este yacimiento para excavar durante este año. Y ya van cuatro, los cuatro que han transcurrido desde que el Ejecutivo regional dejara en suspenso el Plan General de Arqueología de Aragón, el que hasta entonces garantizaba que todos los años había una partida específica en los presupuestos de la Comunidad autónoma para repartirla entre los yacimientos más relevantes de la región. Y Bílbilis entraba por derecho propio en ese reparto.

Este verano, el cuarto consecutivo, las excavaciones en Bílbilis se mantienen bajo mínimos.

Solo durarán quince días y se sostienen gracias a los 4.000 euros aportados por el Ayuntamiento de Calatayud y a pequeñas cantidades extra procedentes de los fondos de investigación de la Universidad de Zaragoza.

Cuna del poeta clásico Marco Valerio Marcial y ciudad natal a la que regresó para pasar sus últimos años de vida tras residir en la capital del Imperio, Bílbilis destaca especialmente en el panorama arqueológico internacional por la riqueza de sus pinturas murales, pero ha dejado también otros hallazgos destacados con el paso de los años, tanto artísticos como de urbanismo y de antropología.

Durante un par de semanas -desde el pasado día 13- en el yacimiento trabajan una veintena de voluntarios, en su práctica totalidad estudiantes y graduados universitarios que encuentran en este escenario una oportunidad para poner en práctica su pasión por la arqueología, pero también para complementar la formación teórica de las aulas con el trabajo de campo. Lo harán bajo la dirección de los profesores Manuel Martín Bueno y Carlos Sáez Preciado. Ambos han indicado que la precariedad presupuestaria es tal que, en esos quince días, apenas dará tiempo de excavar en busca de nuevos hallazgos. Lo que se hará será, ante todo, consolidar los restos ya aflorados años atrás, para garantizar su conservación.

Luego el campo de trabajo se trasladará al yacimiento celtíbero de Valdeherrera, junto a la carretera del Monasterio de Piedra. En este yacimiento celtíbero únicamente habrá actividad arqueológica este año durante una semana.

Lejos quedan los años de esplendor de la arqueología en Bílbilis entre finales de los años 90 y los primeros de la década de 2000. Fue la etapa dorada para Bílbilis y la plataforma de lanzamiento de Valdeherrera, yacimiento éste en el que se empezó a excavar en el verano de 2007. Eran tiempos en los que en Bílbilis se trabajaba durante meses todos los años, se enlazaban talleres de empleo con campos de trabajo.

La falsa promesa de 2007

Pero llegaron las limitaciones presupuestarias, los recortes y, también, las promesas incumplidas. Flagrante fue el fiasco de un proyecto presentado a bombo y platillo en el año 2007 por la entonces consejera de Cultura del Gobierno aragonés, la socialista Eva Almunia. Prometió casi dos millones de euros para lo que, según anunció, iba a ser un relanzamiento sin precedentes del yacimiento de Bílbilis, con reformas paisajísticas, rutas perfectamente diseñadas... Jamás se llevó a cabo. Dos años tardó en firmarse el convenio entre los gobiernos central y autonómico para llevar a cabo esas obras prometidas. Fue en 2009 y se reservaron 1,93 millones de euros. Pero Bílbilis nunca ha visto ese dinero.

Luego llegó el PP al Gobierno regional y empezaron los tijeretazos para enderezar unas cuentas que andaban desbocadas en déficit y en deuda. Y la arqueología cayó víctima de esos recortes. Bílbilis da fe de ello.

En 2013 se dijo que, dado que aquel convenio de 1,93 millones se había esfumado, el Gobierno aragonés iba a retomar las negociaciones con el Ministerio de Cultura para alcanzar un nuevo acuerdo. Pero tampoco ha llegado. Y, aquel mismo año, 2013, se encendió una fugaz luz para la arqueología con el denominado «Plan Impulso» que puso en marcha el Gobierno aragonés. Parte de ese programa presupuestario extra para dinamizar la economía y la inversión pública se dedicó a una larga lista de yacimientos arqueológicos. Pero Bílbilis se quedó fuera.

Activos desaprovechados

El arqueólogo y profesor Manuel Martín Bueno confía en que, en esta legislatura que acaba de arrancar, el Gobierno de Aragón vuelva a apostar por la investigación arqueológica y por Bílbilis. Subraya que la región suma demasiados años perdidos frente a otras autonomías en este campo, y no solo se resiente la investigación sino también la puesta en valor de este patrimonio para usos turísticos y culturales.

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