Quince mil temporeros trabajarán en la campaña de la fruta en Aragón

El campo aragonés está inmerso en una nueva campaña de recogida de fruta. Una actividad que se ha convertido en un pilar fundamental para la economía del medio rural, por el empleo que genera y el volumen de negocio que mueve. Este año se esperan recoger alrededor de 570.500 toneladas de fruta.

Melocotón, nectarina, albaricoque, paraguayo, pera, manzana, ciruela y cereza son las variedades más frecuentes en Aragón. Variedades que en estos momentos se venden, sobre todo, en el extranjero. Encontrar nuevos mercados que ayuden a diversificar los clientes es fundamental para que la campaña de la fruta no resulte siendo un fracaso, sobre todo tras el veto ruso, ya que era uno de los principales importadores de fruta aragonesa.

Durante los meses que dura la campaña, el sector va a generar 15.000 empleos temporales.

El 70 por ciento de los nuevos trabajadores contratados durante la temporada de recogida de fruta son hombres de entre 25 y 50 años de edad y, en su mayoría, procedentes de otros países, como Rumanía, Marruecos, Senegal y Argelia.

En estos momentos, la Comunidad cuenta con 38.000 hectáreas de frutales, distribuidas en las comarcas de Valdejalón, Bajo Cinca, Calatayud, Aranda, Caspe, Bajo Aragón, Matarraña y La Litera. Del total de hectáreas, 34.000 se encuentran en plena producción mientras que el resto empezaron a hacerlo en 2013, según datos del sindicato agrario UAGA.

El 54 por ciento de las hectáreas dedicadas a la fruta dulce se destinan a la producción de melocotón y nectarina, el 5 por ciento al albaricoque, el 10 por ciento al peral, el 9 por ciento al manzano, el 3 por ciento a la ciruela y el 20 por ciento al cerezo.

De media se recogen en Aragón 600 millones de kilos de fruta, lo que se traduce en un volumen de negocio de 350 millones de euros anuales. Cifras que ponen de relieve la importancia que este sector tiene desde el punto de vista económico.

Si las previsiones se cumplen, la fruta contribuirá a la recuperación económica que ya se ha comenzado a notar en Aragón. Y es que la agroindustria es uno de los motores de la economía aragonesa. Es el segundo sector industrial de la Comunidad y representa el 8 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), con unos 2.800 millones de facturación al año.