opinión - «desde el sur»

A vueltas con el crucero

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La histórica llegada del primer crucero a la ciudad de Torrevieja se ha convertido en el culebrón del verano. El pasado mes de marzo, el anterior equipo de gobierno hacía pública la buena nueva, anunciando que el crucero Amadea, operado por una empresa alemana, haría escala en la ciudad de la sal el martes 22 de septiembre. Con la llegada del pentapartito al poder municipal, una de las noticias más positivas de la historia de Torrevieja se tornaba más en un problema que en una oportunidad única de posicionarse en estos importantes itinerarios turísticos. Viendo el percal de los nuevos gobernantes, más de uno se preguntaba irónicamente si tras atracar en la ciudad de la sal, la edil de Urbanismo, acompañada por el Capitán Marítimo de la zona del Levante, se personaría ipso facto para exigirle a su capitán todos los permisos, licencias y documentos varios, y comprobar si Amadea cumple a rajatabla la legislación vigente.

Además, otro veterano torrevejense, afirmaba que la concejal se iba a encargar, en persona, en contar uno a uno todos los ocupantes del crucero, asegurándose de esta forma que no exista un exceso de aforo para, posteriormente, comprobar las medidas de evacuación y el límite de decibelios en su interior no vaya a ser que molesten a los pescadores de caña del Dique de Levante. Por supuesto, los horarios de cierre de las cafeterías y restaurantes del Amadea también tendrán que certificarse y que todo esté en regla para atracar en Torrevieja, la ciudad más legal del mundo mundial por obra y gracia del Pentapartito.

Sin embargo, me aseguran fuentes municipales de toda solvencia que no lo hará, principalmente porque si queda inmovilizado –que sería lo más seguro-, los más de 500 pasajeros y su tripulación tendrían que pasarse varias semanas o meses o años deambulando por la ciudad como apátridas a la espera de que los técnicos municipales verifiquen la legalidad de esta embarcación de más de 200 metros de eslora. Y vamos, no es plan para estos turistas alemanes que querrán llevarse un buen recuerdo de Torrevieja.

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