Antonio Porta viajó a Tegucigalpa para conocer personalmente a María Antolina García. :: LA VOZ
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Antonio Porta se casa hoy por todo lo alto

Tras ser detenido en los disturbios contra Micheletti, espera que el nuevo Parlamento le conceda la amnistía a partir del lunes Unos 200 invitados asisten al enlace del chipionero con cargos en Honduras

CHIPIONA. Actualizado: Guardar
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«Estoy muy, muy nervioso». Su tono de voz transmite un destello de alegría ante la inmediatez del cumplimiento de su sueño. Antonio Porta, el chipionero que se vio envuelto en los disturbios políticos de Tegucigalpa el pasado septiembre, culmina hoy el objetivo que le llevó a arriesgar su apacible vida en Chipiona por el amor de María Antolina García, la chica hondureña a la que conoció por internet y con la que se casará, por todo lo alto, esta tarde.

«Ya está todo preparado: los trajes, las alianzas, la iglesia, el banquete...». Una ceremonia que contará nada menos que con 200 invitados. «Queríamos que fuera íntima, y en verdad esa lista es sólo la familia y los amigos más allegados». Antonio, que pasó más de un mes en la cárcel acusado de sedición contra el gobierno golpista de Micheletti, se encuentra en libertad condicional desde finales de octubre. Él siempre ha defendido su inocencia. «No entiendo nada de política, me cogieron porque llevaba una camiseta roja y negra y me acusaron de comunista».

El país latinoamericano ha ido recuperando la normalidad política de forma paulatina, desde la celebración de elecciones y el nombramiento del nuevo presidente, Porfirio Lobo. Según Antonio, que fue condenado a ocho años de cárcel por su presunta participación en las manifestaciones, los rumores de que el recién constituido parlamento hondureño declararía la amnistía para los presos políticos está muy cerca de ser una evidencia.

Sin dinero para el retorno

«Me ha dicho mi abogado que el día 22 se declara la amnistía política y él la pedirá para mí». Eso supondrá la liberación de cargos para el chipionero, que podría por fin regresar a España. No obstante, lamenta que su retorno a Chipiona continuará condicionado a otro problema: el dinero. «Necesito unos 60.000 lempires -equivalente a 2.000 euros en moneda hondureña-, y la verdad es que no se cómo voy a conseguirlos para pagar mi billete de avión y el de mi esposa».

El chipionero, que recibe una paga mensual por una incapacidad para trabajar que arrastra desde hace varios años, espera «al menos una ayudita» del Gobierno español para regresar. «Me gustaría trabajar, pero aquí está la cosa difícil para ellos, conque imagínate para los extranjeros. Además, se trabaja mucho y se gana muy poco». Una vez que den el sí quiero, la pareja se trasladará a vivir juntos en una casa de alquiler, con lo cual su situación económica se complicará. «María Antolina también ayuda a su familia con parte de su sueldo». Los obstáculos, sin embargo, no empañan la ilusión de Toni, como le llaman cariñosamente sus allegados, y su novia, que ya contrajeron matrimonio por lo civil el pasado 13 de febrero. Tras pasar por el altar, acudirán al consulado español para tramitar la entrada de la hondureña en España. «La verdad es que tengo muchas ganas de regresar. Echo de menos mi pueblo y a mi gente».

Ayuda del obispo de Jerez

Con su madre, Josefa Álvarez, el chipionero mantiene comunicación casi a diario. Volcada con la situación de su hijo, no dudó en acudir al Obispado de Jerez para que Monseñor Mazuelos le firmara personalmente la partida de nacimiento y la fe de bautismo de Antonio, papeles necesarios para la boda, que fueron anteriormente enviados a Honduras y que se perdieron.

El párroco de Chipiona le dio una carta para que el obispo José Mazuelos atendiera su petición con urgencia.

Pero lo que más preocupa a Josefa es la situación económica de su hijo. «Ya no le queda nada en la cuenta corriente, y yo tampoco puedo ayudarlo más, porque sólo tengo mi paga».