Un buzo, sobre la red del copo repleto de atunes
Un buzo, sobre la red del copo repleto de atunes - antonio vázquez
campaña de atún rojo

Almadraberos de Barbate denuncian que la dureza de la inspección impide la pesca

Los requisitos han retrasado la actividad del colectivo que ve peligrar la temporada

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La campaña de pesca del atún rojo se ha torcido para la almadraba de Barbate, que ha visto afectada su actividad por los duros requisitos que impone la inspección. Desde que comenzó la temporada los requerimientos para llevar a cabo las levantás y la conducción de atunes a las piscinas de acuicultura se ha retrasado una y otra vez por las condiciones que plantean los funcionarios.

Así lo ha denunciado este colectivo en un comunicado en el que han lamentado la actitud de la Inspección Pesquera en Cádiz y en Madrid, que califican como «intransigente». Aclaran que «sin el visto bueno de los inspectores no se pueden introducir atunes en el copo y las piscinas» y aseguran que no dan esa aprobación «porque pretenden que para poder pescar el agua esté clara y cristalina, se haga al mediodía cuando el sol está en lo alto y haya que esperar a que los inspectores confirmen la cuenta de cada pesquera, para lo cual necesitan días y semanas».

Este colectivo considera en su comunicado que «no entienden que la almadraba es un arte de pesca tradicional, que de nosotros no depende que el agua esté clara y turbia». También insisten en que «la marea no es a mediodía, sino cada ocho horas y no se puede pescar cuando ellos quieran, sino cuando el mar te lo permite».

La denuncia llega tres semanas después de que comenzara la campaña de pesca en la que los almadraberos han tenido que ver retrasada su labor por estas exigencias. Por eso mismo recalcan que «no se pueden esperar días y semanas a que ellos confirmen las capturas, para poder seguir pescando. El atún no espera, sigue su camino».

«Hoy la pesca de la almadraba está parada, no porque no haya pescado, no porque haya ningún incumplimiento (en Barbate el nivel de cumplimiento es del 100%, incluso felicitado por la Comisión Europea al respecto), sino porque los inspectores consideran este trabajo un mero trámite, en el que los atunes deben esperar a que ellos vean el agua clara para contar, o el sol en lo alto para ver con más claridad, o a estar descansados para poder revisar», resaltan y recuerdan que el sector da trabajo a 200 personas en el municipio. La situación es especialmente difícil dada la situación de este año en el que han logrado un récord de cuota tras comprar los derechos a las flotas cántabra y vasca para capturar más atún rojo. Se trata de una inversión millonaria que puede peligrar si no se logran los niveles de rentabilidad durante la temporada.

Ver los comentarios