Las zonas rurales de Haití sufren gravemente las consecuencias de las últimas catástrofes que han azotado el país

Las zonas rurales de Haití se encuentran devastadas como consecuencia del terremoto del pasado sábado 14 de agosto y la fuerte tormenta que posteriormente azotó el país. Carreteras dañadas e intransitables están obstaculizando los esfuerzos de búsqueda y rescate. Sin comida ni agua, los habitantes de Marceline, pueblo situado 25 km al norte de Los Cayos, ruegan desesperadamente a las autoridades que les ayuden. Las casas se encuentran completamente destruidas y las familias buscan sin descanso a sus seres queridos entre los escombros. Según las autoridades, más de doce mil personas han resultado heridas tras la tormenta y unas 332 continúan desaparecidas. Las consecuencias de estas últimas catástrofes afectan a un país sumido en la pobreza y que aún estaba recuperándose de las secuelas del terremoto de 2010 que acabó con la vida de más de 200 mil personas.-Redacción-