Los unionistas del Ulster y los laboristas hacen peligrar el pacto

Un Parlamento británico fracturado vota este sábado la salida del Reino Unido

La Cámara de los Comunes del Reino Unido AFP

Ivannia Salazar

No se puede negar que Boris Johnson está haciendo su mayor esfuerzo por cumplir la promesa que tantas veces ha hecho a los ciudadanos británicos: que el 31 de octubre se producirá la salida del Reino Unido. Como la llamada ley Benn aprobada en septiembre impide que dicha salida se produzca sin acuerdo, todo el trabajo se ha centrado hasta ahora en conseguir uno que pueda ser aprobado por el Parlamento. Ayer se anunció que dicho acuerdo ha sido alcanzado, pero ¿contará el «premier» con la mayoría necesaria para su aprobación el sábado o correrá la misma suerte que su antecesora Theresa May?

El primer ministro necesita el apoyo de 320 parlamentarios para que el acuerdo sea aprobado. Hay en la cámara 259 parlamentarios conservadores y en teoría todos votarían a favor, aunque hay que tener en cuenta a los 28 «tories» más euroescépticos, que quieren un Brexit duro, sin negociación de por medio . Johnson ha intentado acercarlos al redil, pero su posición final no se sabe aún . Si contara con ellos, aún sería necesario recabar 61 votos de otras formaciones políticas. Por otro lado están los 21 conservadores expulsados por tratar de bloquear un Brexit sin acuerdo, aunque uno de ellos se unió a los demócratas liberales. Algunos respaldarían un acuerdo con tal de evitar un divorcio a las bravas. Es el caso de Margot James, quien declaró a la BBC que probablemente apoyaría un acuerdo de Johnson, al que daría el «beneficio de la duda», aunque asegura que el trato conseguido es «peor» que el de May. Y al menos tres de los expulsados abogan por un segundo referéndum.

Por su parte, el Partido Unionista Democrático (DUP), que se supone que es aliado de los conservadores , ya ha mostrado su disconformidad con el acuerdo y ha dicho que votará en contra. El nuevo acuerdo prevé que habrá controles aduaneros entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, lo que comprometería la economía norirlandesa.

También el principal partido de la oposición está en contra del acuerdo, aunque al menos 19 diputados laboristas podrían votar a favor con tal de evitar una salida sin acuerdo y una nueva prórroga. Estos 19 firmaron este mes una carta en la que se muestran contrarios a retrasar la salida de la Unión Europea . Aunque el líder Jeremy Corbyn ha dicho que no expulsará del partido a quienes voten contra la disciplina del partido, sí que podrían ser penalizados, al menos moralmente, por otros miembros del partido y sufrir presiones internas. El resto lo que busca es evitar un Brexit duro, pedir una prórroga, ganar las elecciones y negociar un nuevo acuerdo una vez en el poder.

El papel de los liberales

En contra están también los 35 diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que se opone frontalmente a que Escocia deje de ser parte del mercado único y la unión aduanera comunitaria . En la misma línea están los diputados del Plaid Cymru (nacionalistas galeses), que se oponen a los controles aduaneros en Irlanda del Norte por el posible perjuicio a los puertos de Gales.

La última esperanza de Johnson, por irónico que pareza, podría estar en los liberal demócratas, liberados por Jo Swinson y abiertamente antiBrexit, que presentaron hace unos días una enmienda al discurso de la Reina pidiendo que cualquier acuerdo sobre el Brexit se presente a los votantes en un segundo referéndum . Así que estarían dispuestos a votar a favor siempre y cuando sean los ciudadanos quienes refrenden dicho acuerdo en una segunda consulta en las urnas.

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