La Unión Europea ofrece a Londres una «póliza de seguros» para favorecer el Brexit

May y Juncker acuerdan un «mecanismo jurídicamente vinculante» que no reabre el tratado

EP

S. I. | Iván Alonso

A tan solo diecisiete días de la fecha marcada para la salida del Reino Unido de la Unión Europea -el próximo día 29-, con la primera ministra británica, Theresa May, con la soga al cuello por la negativa de los Comunes a ratificar su acuerdo con Bruselas, y con las autoridades comunitarias cada día más preocupadas por evitar el caos que supondría una salida desordenada, anoche culminó en Estrasburgo una jornada de locura, con llamadas y contrallamadas, idas y venidas... con Londres, Dublín y Bruselas pendientes de Juncker y May. Al filo de la medianoche comparecían ambos, la primera ministra británica y el presidente de la Comisión Europea, para anunciar que hay un resquicio para la esperanza. Ambos acordaron un «instrumento jurídicamente vinculante» que da más garantías a las dos partes sobre la salvaguarda irlandesa.

«Es una póliza de seguros» para ambas partes, dijo Jean-Claude Juncker , quien insistió hasta la saciedad en que el nuevo instrumento «complementa el acuerdo sin reabrirlo». Era la clave de su mensaje. May, por su parte, explicó que lo que se ha añadido al tratado es «jurídicamente vinculante», que es lo que ha exigido el Parlamento británico. Este era el mensaje clave de la «premier».

Durante los últimos meses, los líderes de la Unión han descartado reabrir el texto del acuerdo aprobado el pasado noviembre y rebajar el alcance de la salvaguarda referida a Irlanda , que en Bruselas protege los acuerdos de paz de Viernes Santo, de 1998, que no permiten levantar una frontera entre las dos Irlandas, y al mismo tiempo respetar la integridad del mercado único. La salvaguarda irlandesa es un mecanismo fronterizo ideado para evitar una «frontera dura» entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda tras el Brexit.

La «tela de araña»

En el Reino Unido, los euroescépticos temen, sin embargo, que ese mecanismo dejará al Reino Unido integrado «de facto» en las estructuras de la Unión hasta que se firme un nuevo acuerdo comercial, lo que puede tardar años, y eso dificultará a los británicos negociar tratados comerciales con terceros países. Consideran que Londres quedaría atrapado en la tela de araña de Bruselas.

Con el nuevo instrumento acordado anoche, que da más garantías a las partes en sus reivindicaciones, May espera conseguir hoy el respaldo que no obtuvo en su primer debate ante los Comunes hace tres meses y medio.

«Con estos cambios vinculantes queda claro -insistió May- que la salvaguarda será temporal y que si se aplicase, pues también garantizamos alternativas, como pidió el Parlamento».

«Última oportunidad»

Juncker, por su parte, puntualizó que la Unión Europea no está dispuesta a ninguna concesión más . Quiso dejar claro que no habrá «una tercera oportunidad» si la primera ministra británica vuelve a fracasar en su intento de que la Cámara de los Comunes ratifique el acuerdo de salida de la UE.

«No va más. No vamos a negociar más, yo creo que he sido muy claro», dijo el presidente del Ejecutivo comunitario, y añadió que si hoy May consigue apoyos empezarán «inmediatamente» los contactos para diseñar la futura relación entre la Unión Europea y el Reino Unido como tercer país.

Durante las negociaciones de los últimos meses, Bruselas ha ofrecido a la parte británica «garantías» de que la red de seguridad diseñada para evitar la vuelta a una frontera física en el Úlster, de activarse, se aplicaría solo «temporalmente» y la Unión Europea se mantiene dispuesta a negociar durante el periodo de transición «alternativas» mejores.

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