Bernardino León
Bernardino León - ISABEL PERMUY

La ONU sustituye a Bernardino León tras el fracaso de su plan de paz en Libia

El diplomático español, que llegó al cargo en agosto de 2014, será sustituido por el alemán Martin Kobler, un reemplazo que se hará efectivo «en los próximos días»

Naciones Unidas Actualizado: Guardar
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La ONU ha anunciado este miércoles el cese del diplomático español Bernardino León-que ha sido nombrado hoy director general de la Academia de la Diplomacia de Emiratos-como su enviado en Libia tras meses de negociaciones infructuosas para tratar de poner fin al conflicto en el país.

León, que llegó al cargo en agosto de 2014, será sustituido por el alemán Martin Kobler, un reemplazo que se hará efectivo «en los próximos días», según indicó en un comunicado el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

El cambio al frente de la representación de la organización en Libia se produce menos de un mes después de que León anunciase en la localidad marroquí de Sjirat la formación de un Gobierno de unidad nacional.

Lo que debía ser el gran paso adelante para superar la crisis política en el país se convirtió, sin embargo, en la última muestra de la incapacidad de la comunidad internacional para resolver un conflicto que se prolonga desde que en 2011 Occidente apoyara militarmente el alzamiento rebelde contra la dictadura de Muamar Al Gadafi.

El Ejecutivo de unidad propuesto por León fue rechazado por los dos parlamentos rivales libios, lo que formalmente ha dejado al país sin un Gobierno legítimo, ya que el mandato del de Tobruk, el reconocido internacionalmente, expiró oficialmente el 20 de octubre.

Las otras autoridades, consideradas rebeldes y con sede en Trípoli, ni siquiera aceptaron presentar candidatos para ese Ejecutivo y han atacado repetidamente la labor del enviado de la ONU.

Con un claro respaldo internacional, León no ha conseguido sin embargo poner de acuerdo a las partes en Libia, donde un buen número de voces ven los intentos de mediación de Naciones Unidas como una injerencia en la soberanía nacional.

Según se ha sabido en los últimos días, representantes de los parlamentos de Trípoli y Tobruk han mantenido durante los últimos dos meses varias reuniones al margen de la ONU con el objeto de construir un diálogo interlibio alternativo.

Uno de los principales escollos con los que se ha encontrado León ha sido la postura del general Jalifa Hafter, jefe de las Fuerzas de Tobruk, y opuesto al proceso de diálogo auspiciado por la ONU.

Hafter, antiguo mando gadafista y luego uno de sus grandes opositores desde el exilio, emprendió en mayo de 2014 una ofensiva bélica para tomar Bengasi, segunda ciudad en importancia del país, a la plataforma de milicias «Fajr Libya», afín al Ejecutivo en Trípoli.

Más de 18 meses después, la urbe sigue asediada, unas 100.000 personas se han visto obligadas a abandonarla por la virulencia de los combates, y en el caos, grupos yihadistas se han hecho con el control de ciertos barrios.

Su sustituto en Libia, Kobler, cuenta con una larga carrera diplomática y fue desde 2013 y hasta el mes pasado el enviado de la organización para la República Democrática del Congo.

Antes había sido representante especial en la misión de la ONU en Irak (2011-2013), representante especial adjunto en Afganistán (2010-2011) y había ocupado varios cargos en Alemania.

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