Suecia rebaja el nivel de alerta terrorista tres meses después de elevarlo

Los servicios de inteligencia de Suecia (Säpo) han rebajado este miércoles el nivel de alerta terrorista de alto a elevado tres meses después de haberlo subido por informaciones recibidas de otros servicios secretos y un caso concreto de sospecha de atentado. La inteligencia sueca ha basado su nueva decisión, que supone bajar la amenaza del nivel cuatro al tres en una escala de cinco, en los análisis del Centro nacional para la evaluación terrorista. «He hecho un análisis global y he decidido que volvamos al nivel de amenaza elevado aplicado previamente en Suecia desde otoño de 2010», ha explicado en un comunicado el director general del Säpo, Anders Thornberg, quien ha resaltado que la situación aún es «seria».

Suecia es considerada todavía un objetivo «legítimo pero no prioritario»

para ataques terroristas promovidos por islamistas en este país nórdico o en el extranjero, ha indicado el Säpo. Los servicios de inteligencia sueca habían elevado el nivel de alerta terrorista el pasado 18 de noviembre a raíz de los atentados de París, aunque no tuviesen relación directa con el caso. La Policía sueca detuvo un día después en Boliden (norte de Suecia) a Moder Mothama Magid, un solicitante de asilo iraquí de 22 años contra quien se había emitido una orden de busca y captura al estimar que existía una «sospecha justificada». Pero tras ser retenido tres días fue liberado sin cargos, y la Fiscalía cerró por falta de pruebas la investigación preliminar de un caso polémico por la tardanza en localizar a Magid y por la difusión de imágenes suyas y su nombre.

Los medios suecos habían especulado inicialmente con que se trataba de un simpatizante del grupo yihadista Daesh que había viajado a Siria e Irak y que había regresado vía Alemania, pero las sospechas acerca del individuo se fueron desvaneciendo. Magid llevaba en realidad en Suecia desde septiembre, residía en una vivienda de la Dirección General de Migraciones y su actividad en las redes sociales y los testimonios de conocidos y familiares apuntaban a un perfil muy distinto al de un supuesto terrorista. El centro de Estocolmo sufrió un fallido atentado con coche bomba en diciembre de 2010 en el que solo murió el supuesto terrorista, un sueco de origen iraquí, pero que pudo acabar en masacre porque se encontraba junto a unos grandes almacenes.