Sólo un tercio del electorado confía en la gestión de la crisis de Trump

Tras una breve alza en las encuestas, la popularidad del presidente de EE.UU. se desploma mientras Biden, su rival demócrata, le come terreno

Trump, durante una de sus ruedas de prensa para hablar de la crisis del coronavirus REUTERS
David Alandete

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Donald Trump teme el efecto que su gestión de la pandemia de coronavirus pueda tener sobre las elecciones de noviembre. Él mismo lo ha admitido en público, llegando a lamentar, como hizo en una reciente rueda de prensa en la Casa Blanca «que los demócratas vean esto como parte de las elecciones». Su equipo, alarmando por un reciente desplome de la popularidad del presidente en las encuestas, ha comenzado a montar breves vídeos de corte electoral que se proyectan ahora durante sus ruedas de prensa.

El último informe sobre la popularidad del presidente de la consultora Gallup es de hecho motivo suficiente de alarma en la Casa Blanca. Revela ese sondeo el mayor desplome semanal desde que Trump llegó a la Casa Blanca en 2017. Al principio de la crisis sanitaria, el índice de aprobación del presidente ascendió a un máximo histórico del 49%, cuando su media ha estado en los pasados tres años en el 40%. Por primera vez, Trump registró un saldo neto positivo, es decir, eran más quienes le aprobaban que quienes le suspendían. Sin embargo, duró poco: La semana pasada ese índice de aprobación se desplomó a un 43% .

Críticas aceptables

Otra encuesta, del prestigioso centro Pew, revela además que un 65% de estadounidenses cree que el presidente fue «demasiado lento» a la hora de tomar medidas para contener los contagios. Además, el 73% cree que «lo peor de la crisis sanitaria está todavía por llegar». Y aunque Trump ha criticado el «electoralismo» de los demócratas que le critican por la supuesta lentitud de la Casa Blanca, un 66% de encuestados cree que esas críticas son «aceptables».

La pandemia se ha cobrado ya más de 40.000 vidas en EE.UU . Trump tomó las primeras medidas contra el virus en enero, al prohibir las entradas de no ciudadanos desde China. En marzo el presidente amplió el veto de ingreso a la inmensa mayoría de países europeos. Hasta la fecha, el presidente sólo ha hablado con el candidato demócrata a las elecciones, Joe Biden, en una ocasión.

Aunque la campaña electoral está congelada, desde que se aseguró la nominación de su partido, Biden se ha beneficiado de un alza en las encuestas, tanto las generales sobre todo el país como las de los estado clave. El sondeo electoral más reciente es el de la universidad de Harvard y la consultora Harris, y le otorga a Biden un 54% de la intención de voto frente al 46% de Trump . Estos sondeos, sin embargo, ya fracasaron de forma estrepitosa en las elecciones de 2016.

Por si acaso, la campaña de Trump ha diseñado toda una estrategia de ataque a Biden con dos grandes argumentos . El primero es culpar al gobierno de Barack Obama , del que Biden era vicepresidente, de la falta de preparación del país para una pandemia. El segundo argumento es denunciar los estrechos lazos de Biden y su familia con China , especialmente el trabajo de su hijo, Hunter, para una gran compañía de ese país asiático. El domingo, por ejemplo, el presidente dijo, al ser preguntado por la falta de pruebas de diagnóstico: «Que quede claro que yo heredé mucha basura del gobierno anterior».

Retomar los mítines

El viernes pasado el presidente, consciente de que sus bases necesitan sus multitudinarios mítines para mantenerse motivadas, prometió retomarlos en cuanto sea posible. «Espero retomar pronto los mítines. Son muy buenos para el país. Para mí son la mejor forma de difundir mis mensajes. Y suelen tener un efecto claro. Donde hacemos un mitin, está claro que ganamos», dijo Trump, quien luego bromeó diciendo que las ruedas de prensa que ahora ofrece a diario no le gustan porque son «como mítines con poca gente que además está sentada».

No es que la gestión de esta crisis le esté pasando factura económica a la campaña de Trump. El Partido Republicano acaba de revelar que en marzo recibió donaciones por un valor de 24 millones de dólares (22 de millones de euros), lo que significa que en lo que va de año este ha recaudado 212 millones y dispone de un total de 240 millones en el banco para gastar en publicidad.

Según los últimos datos que ha hecho públicos, la campaña de Biden tenía a finales de febrero apenas 12 millones. Entonces el ex vicepresidente aun competía por las primarias con otros candidatos, y después se aseguró la victoria. Biden ya ha recibido el apoyo de todos sus contrincantes y de su ex jefe, Obama, algo que ha disparado las donaciones y que con toda seguridad las irá incrementando de aquí a las elecciones, que tendrán lugar el 3 de noviembre.

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