Renzi se enfurece por el plan austriaco de poner una barrera fronteriza

Han suscitado gran alarma en Italia las medidas anunciadas por Austria para, ante la emergencia de la inmigración, controlar con una barrera el paso fronterizo del Brennero en los Alpes. Se movilizarán al menos 250 policías; está prevista una red de 370 metros , y «en caso de necesidad serán enviados también soldados», especificó el jefe de la policía tirolesa, Helmut Tomac. Además, Austria, que no se fía de Italia, solicitará el poder hacer controles en coches y trenes en territorio italiano.

Viena piensa poner en práctica a finales de mayo estas medidas, consideradas «inevitables» por el líder de la formación de extrema derecha austriaca, Norbert Hofer, vencedor el pasado domingo en la primera ronda de las elecciones presidenciales.

La respuesta del primer ministro italiano ha sido dura e inmediata: «La hipótesis de cerrar el Brennero va descaradamente contra las reglas europeas, además de contra la historia, la lógica y contra el futuro», ha subrayado Renzi.

La misma preocupación expresan otras autoridades italianas, mientras Confindustria, la patronal italiana, ha advertido que «cerrar el Brennero supondría un daño enorme para la economía italiana». El anuncio austriaco se ha convertido en la noticia de apertura de todos los medios italianos. «Está por estallar la guerra en el confín entre Austria e Italia», escribe el diario «La Repubblica». Ya el pasado fin de semana se registraron incidentes en la frontera entre manifestantes italianos y policía austriaca.

Para hablar de estos controles, hoy está prevista la llegada a Roma del ministro austriaco del Interior, Wolgang Sobotka, quien se entrevistará con su colega italiano, Angelino Alfano. A pesar de las protesta de Italia, el gobierno austriaco se muestra claramente intencionado a seguir adelante con sus férreos controles contra la inmigración en el Brennero.