El ex primer ministro francés Balladur será juzgado por presunta financiación ilegal de su campaña electoral

Tres generaciones de centro-derecha quemadas por la corrupción

Édouard Balladur llega a un tribunal de París EFE

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Veinticinco años después, Édouard Balladur (92 años), ex primer ministro conservador, y su ministro de la defensa, centrista, François Léotard (78 años), serán finalmente juzgados por presuntos delitos de corrupción y tráfico de influencias , ligadas a la venta de armas a Pakistán durante los años 90 del siglo pasado. Con ese juicio, tres generaciones de líderes de centro-derecha se hunden en el laberinto de sus escándalos.

Balladur fue, durante unos años, la gran esperanza conservadora, cotizado como el sucesor «seguro» de François Mitterrand en la presidencia de la República. Seis meses antes de la elección de 1995, Balladur se cotizaba como el «triunfador sin rival conocido».

Gran catástrofe y gran desastre de los sondeos. Jacques Chirac eliminó a su mejor amigo de toda la vida. Y comenzó un calvario que se ha prolongado durante veinticinco años. Tras una laberíntica historia procesal, Balladur y Léotard, su ministro de la defensa, durante dos años, será finalmente juzgados por el Tribunal de Justicia de la República (TJR), el único que puede juzgar presuntos delitos cometidos por ministros durante el ejercicio de sus funciones.

Se sospecha, desde hace veinticinco años, que Balladur y Léotard pudieron financiar muchas de sus actividades políticas gracias a las sustanciosas comisiones pagadas por los hombres de mano del gobierno de Pakistán, para comprar armas (fragatas) francesas.

Jacques Chirac murió hace año y medio dejando tras si la dudosa herencia de ser el primer jefe de Estado de la V República condenado por delitos de corrupción siendo alcalde de París. Una generación quemada. A sus 92 años, Balladur será juzgado por delitos muy semejantes: financiar parte de sus actividades y campañas políticas con dinero negro pagado con comisiones ilegales. Una segunda generación quemada.

A sus 66 años, Nicolas Sarkozy conocerá en marzo la sentencia de un primer proceso por presuntos delitos de corrupción de otra índole. Le esperan otra media docena de procesos, por delitos más o menos semejantes: sospechas de financiación ilegal de actividades políticas. Una tercera generación quemada. Con una nota de «glamour sucio». Se ha descubierto que Cecilia Ciganer Albénez, ex Cecilia Sarakozy, la segunda esposa del ex presidente, estuvo cobrando dudosos sueldos como «asistenta parlamentaria», cuando su esposo era ministro del Interior, entre 2005 y 2007. «Nobody’s perfect», «Nadie es perfecto», dice una legendaria sentencia con la que termina una célebre película de Billy Wilder, «Some Like It Hot», «Con faldas y a lo loco».

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