Pitos y aplausos a Valls en su despedida de la Asamblea francesa

Emoción del ex-premier y elogios por parte del partido del presidente Macron

El ex primer ministro, Manuel Valls, ayer en la Asamblea francesa AFP

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Cumpliendo rigurosamente con las formas, el ex primer ministro francés Manuel Valls presentó ayer su carta oficial de dimisión al presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, «macronista» de estricta obediencia, que lo despidió de manera muy calurosa: «Lo que pierde Francia lo ganará Europa».

Edouard Philippe , primer ministro de Emmanuel Macron, formado y militante histórico del conservadurismo tradicional, hizo este elogio del candidato a la alcaldía de Barcelona: «En los momentos en los que Francia se vio amenazada, tuvo usted las palabras justas y expresó una posición sólida. Por eso, le quiero decir que Francia siempre se lo reconocerá».

Cuando Valls comenzó un breve y emocionado discurso en la Asamblea, izquierda y extrema izquierda intentaron montar una bronca, con abucheos, enarbolando pancartas que decían: «Bon deparas» … Fórmula coloquial que pudiera traducirse por «Ya era hora», «Adiós y buen viaje».

Emocionado e impávido, midiendo las palabras, Valls hizo un elogio muy vivo de Francia: «Debo expresar mi reconocimiento a un país único, que permite a alguien como yo, que nació extranjero, convertirse, en veinte años, en alcalde, diputado y primer ministro». Dirigiéndose a sus electores, desde su escaño de diputado, vivamente emocionado, Valls añadió: «No os olvidaré nunca, nunca».

Ante una Asamblea dividida, los diputados del partido de Emmanuel Macron, La República En Marcha (LREM), fueron los que manifestaron su apoyo moral más límpido, con homenajes personales de este tipo: «Terminaremos lamentando su marcha», «Fue un político que puede aportar a Barcelona su experiencia».

Entre los diputados socialistas quizá dominó la discreción sin efusiones: «Era un personaje que provocaba la división». «Le debemos mucho, pero muchos de nosotros no nos reconocíamos en sus declaraciones, tan enérgicas que terminaban provocando divisiones».

A la extrema izquierda y la extrema derecha, la despedida de Valls fue recibida con alegría y abucheos. Marine Le Pen denunció a un político francés que prefiere abandonar sus responsabilidades nacionales para intentar hacer carrera en otro país. Jean-Luc Mélenchon declaró: «Somos una República. Cuando un diputado se va, se va. No hay que montar un jaleo como este. Nosotros decimos adiós, fuera. Y que Ada Colau le pegue fuerte en Barcelona».

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