Pekín fija las elecciones amañadas de Hong Kong para el 19 de septiembre

Al nuevo Parlamento de la excolonia solo se presentan los progubernamentales

El presidente chino, Xi Jinping EFE

Jaime Santirso

Tras maniatar a oposición, sociedad civil y medios de comunicación con un nuevo marco legislativo y alterar el proceso electoral a su favor, el Ejecutivo de Hong Kong está preparado para consultar, con un año de retraso, la voluntad popular en las urnas.

Fiel reflejo de la excepcionalidad de la situación, los candidatos gubernamentales se presentarán sin contrincantes a las elecciones del Consejo Legislativo –el Parlamento del territorio– que tendrán lugar el próximo 19 de septiembre , según han informado hoy las autoridades. El plazo para inscribir aspirantes, de una semana de duración, concluyó el jueves dejando apenas 1.056 nominados para 980 escaños en liza.

Dichos comicios deberían haberse celebrado en septiembre de 2020. El Ejecutivo liderado por Carrie Lam , no obstante, adujo el riesgo para la salud pública que representaba la pandemia –el mismo motivo esgrimido para suspender por primera vez en la historia la vigilia anual por las víctimas de la matanza de Tiananmen – para postergar una cita en la que la oposición parecía encaminada a obtener un éxito sin precedentes. Las fuerzas prodemocracia ya habían cosechado una mayoría histórica en las elecciones municipales de noviembre de 2019, imponiéndose en la mayoría de concejalías gracias al impulso de las multitudinarias protestas antigubernamentales que comenzaron en el verano de ese año.

Su plan consistía en presentar una lista unitaria a las elecciones legislativas y maximizar así sus posibilidades de controlar la cámara, lo que les permitiría bloquear la acción del Ejecutivo rechazando, entre otros proyectos, los presupuestos anuales. Con tal propósito en mente, en el verano de 2020 organizaron unas primarias en las que participaron alrededor de 600.000 personas, casi un 10% de la población de Hong Kong (7,5 millones).

Pisar el freno

Fue entonces cuando Carrie Lam pisó el freno, anunciando en julio el aplazamiento de la votación. Poco después entraría en vigor una nueva ley electoral. Esta aumentó el número de escaños del Consejo Legislativo, que pasó de 70 a 90, pero redujo la cantidad de ellos elegidos a partir del resultado de las urnas: de 35, más de la mitad, a 20, poco más de una quinta parte; haciendo casi matemáticamente imposible que las fuerzas prodemocracia lograran la mayoría.

El objetivo declarado de esta reforma era que solo «verdaderos patriotas» pudieran desempeñar puestos de responsabilidad política. Esto, pese a que tal y como recoge la Ley Básica que rige el territorio, el régimen comunista de Xi Jinping se comprometió a conceder a Hong Kong el sufragio universal, una reclamación que desencadenó la Revolución de los Paraguas en 2014.

En paralelo, China también impuso la Ley de Seguridad Nacional . Este marco jurídico fue implantado por mandato del partido comunista, vulnerando la Ley Básica y los acuerdos internacionales para la devolución de soberanía en 1997, según los cuales el gigante asiático se comprometía a respetar los derechos y libertades imperantes en la excolonia británica durante al menos medio siglo. Su promulgación ha limitado en gran medida la acción política de la oposición, cuyas principales figuras han sido encausadas, y ha provocado el cierre del periódico líder e independiente del territorio, el ‘Apple Daily’, el pasado mes de junio.

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