Ana Palacio: «Tenemos noticias esperanzadoras respecto a la convivencia entre persas y árabes»

La abogado con una grande experiencia política como ministra de Asuntos Exteriores habla con ABC sobre Oriente Medio

Giuseppe Tringali

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La geopolítica es en continua evolución , los principales actores siguen siendo Estados Unidos, China y Rusia con India que en Asia tiene un papel importante por su población y economía, y con Europa que busca una política internacional unitaria. Los temas de geopolítica son ligados a distintos factores entre ellos la posición geográfica de los territorios, las materias primas o las fuentes energéticas. En este último caso en particular, hablando de petróleo, los intereses se van modificando por la autonomía energética americana y la determinación de los principales países a una transición energética que reduzca la emisión de CO2 .

Hoy aprovechando la visión de Ana Palacio , abogado con una grande experiencia política como ministra de Asuntos Exteriores, eurodiputada que presidió varias comisiones, vicepresidenta senior y general counsel del Grupo Banco Mundial, Consejera de empresas y de fundaciones internacionales, la entrevista se centra en la análisis de la situación y de la perspectiva en Oriente Medio.

En Oriente Medio tenemos cincos principales actores Arabia Saudí, Irán, Turquía, Israel y Egipto aunque todavía mucho más al margen. ¿Cuál es el papel de cada uno de estos actores y su ambición en términos de control del área?

En el mundo globalizado, en plena mutación que vivimos, además de los actores de zona hay que contar de forma muy principal con los «powers that be», los «poderes que son» Rusia, China y EE.UU. en este caso. Además, hay que desmenuzar cómo se traduce en Oriente Medio este período de convulsiones que cierra la era de paz americana que ha sustentado las relaciones internacionales, dando paso a nuevos equilibrios que aún no están definidos. Y en esta reflexión, cuenta la pérdida de presencia, de necesidad de EE.UU., que hoy es autosuficiente en materia energética. Por el lado de los actores de zona, Washington despierta la desconfianza porque la región en general percibe que el liderazgo americano da bandazos y el actor hegemónico hasta ahora está cansado del papel. Un buen ejemplo en estos días es el cambio radical del controvertido líder saudí MBS frente a Irán: EE.UU. manifiesta su voluntad de volver al acuerdo nuclear de 2015 y, acto seguido, MBS gira en su discurso agresivo frente a Teherán. Este planteamiento ha sido también determinante en los Acuerdos Abraham a los que aludías.

¿En el Islam será conciliable las divisiones entre chiíes y suníes, entre persas y árabes? ¿Cómo se enmarca la reciente mejora de la relación entre Israel y Arabia Saudí?

Cuando hablamos de Islam, tendemos a no diferenciar enfrentamientos por razones religiosas, de planteamientos nacionales, nacionalistas e históricos, y ello no ayuda al análisis. Estos días, tenemos como acabo de decir noticias esperanzadoras respecto de la convivencia entre persas y árabes. Con los israelíes de por medio. Y en este asunto asoma claramente el interés de China, que precisa la estabilización del Golfo para que su gran política del Belt and Road, el BRI, de comercio, inversión, influencia alcance el éxito diseñado.

¿Cuánto impactarán en las economías de estos países fuertemente dependiente del petróleo, la autonomía energética de Estados Unidos y las nuevas políticas energéticas mundiales ligada a la reducción del CO2?

Estos países tienen una estructura de población esencialmente que debería permitirles enfocar este período de transición energética con sosiego. A mí me preocupan otros productores, en particular países como Nigeria que se enfrentan a un crecimiento demográfico desbocado y dependen del petróleo.

¿Cuáles son los nuevos papeles, intereses y alianzas de Estados Unidos, Rusia y China en el área?

Los papeles están todavía por cuajar. Por cierto, vamos a ver cómo impacta la transformación que el COVID está provocando en las sociedades y sus secuelas en particular en economías en transición; en aquellas que dependen de la economía informal. Los intereses hay que verlos también desde una perspectiva siglo XXI y no siglo XX. Como mencionabas en la pregunta anterior, la esencialidad de la región por razón del petróleo cambia. Por otra parte, si hay algo claro hoy es la geometría variable de las alianzas por la esencial recomposición que la mutación significa. Finalmente, hoy vemos transaccionalismo puro. Por traer a colación un muy importante actor regional eso sí, pero fundamental que es Turquía. A más de uno le habrá sorprendido el coqueteo de Erdoğan con Zelenski, de Turquía con Ucrania, postergando a Rusia. Pero es exactamente el signo de los tiempos.

¿Europa que estrategia tiene para Oriente Medio y para los Países mediterráneos del norte de África? ¿Tiene una estrategia unitaria?

Europa como Unión Europea carece de estrategia real. Cae por su base porque la visión mediterránea de un báltico no es la de un italiano; o la de un polaco no tiene que ver con la de un español respecto a Rusia. Con estos miembros es muy difícil armar una estrategia. Por el momento, tenemos iniciativas de Estados miembro como Francia en el Sahel. Y una política de Bruselas en particular, de pagar, subvencionar a los refugiados sirios. De telón de fondo, además, Europa en términos generales tiene que evitar que la colonización pasada se traduzca en una mala conciencia que nuble sus planteamientos en África.

Por ejemplo ¿cuál es la política europea en el caso Libia después que las diferencias entre los mismos países de la UE han favorecido la disgregación del país libio y dado espacio a la influencia de Turquia, Rusia e Irán?

El caso de Libia es aun más complicado. Recordemos que la intervención de 2011 se hace sobre el principio de «responsibility to protect» (R2P). Que EE.UU. recela desde el principio. Que son los europeos los que arman la resolución de Naciones Unidas y que Rusia se siente engañada respecto de lo acordado. Este asunto merece por sí mismo otra larga conversación.Pero la realidad es que Erdogan lleva desde hace años una política proactiva, neootomanista en más de un sentido, sin complejos, en toda la región. En cuanto a Putin, su estrategia de poder perturbador se proyecta entre otras zonas, en todo el Mediterraneo, con una eficacia entre medios e impacto que nos debería hacer reflexionar. Irán se enfrenta ahora a unas elecciones cruciales. Veamos en otoño.

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