«Martes negro» demócrata en comicios estatales, a un año de las presidenciales en EE.UU.

Noviembre de 2015 tampoco va a ser un buen mes electoral para los demócratas. Después de la fuerte derrota sufrida en las legislativas del pasado año, este martes supuso un nuevo revolcón en las elecciones y referéndum celebrados en distintos Estados, las conocidas como «off-year elections» (elecciones en año no electoral). Entre ellos, la designación del republicano Matt Bevin como nuevo gobernador de Kentucky resulta especialmente dolorosa al tratarse de la segunda vez en 44 años que los demócratas no regirán el Estado sureño.

El sorprendente triunfo del empresario procedente del Tea Party, grupo ultraconservador instalado dentro del partido, ha inquietado especialmente a los demócratas, ya que se interpreta como un rechazo popular a la controvertida a la «Affordable Care Act» (Ley de Asistencia Sanitaria) aprobada por el presidente Obama, una extensión de la cobertura médica más conocida como «Obamacare».

De esta forma, los republicanos refuerzan su posición en el sur de Estados Unidos, tras un logro electoral que fue complementado por el de Missisippi, en la otra elección a gobernador de Estado que se celebraba el martes, donde Phil Bryan logró su reelección con facilidad.

Por si fuera poco, en Virginia, uno de los «swing states», llamados así porque la victoria de demócratas y republicanos se intercambia con facilidad, las elecciones parciales para reelegir representantes del Senado estatal no van a permitir a los representantes del centro-izquierda la mayoría suficiente para situar a Terry McAuliffe como gobernador, como era su intención.

También en las consultas populares los demócratas recibieron un varapalo: Ohio rechazó la legalización de la marihuana para su uso terapéutico, mientras la ciudad de Houston (Texas), la cuarta más populosa de Estados Unidos, votaba en contra de una ordenanza municipal en defensa de la igualdad de derechos de los homosexuales y transexuales.

Impulsar la campaña

En un reconocimiento de la derrota y de la necesidad de impulsar la actual campaña, Tharon Johnson, que trabajó para la reelección de Obama en 2012 y forma parte del equipo de finanzas del Comité Nacional Demócrata, aseguró que «no se puede decir que haya que hacer una lectura extraordinaria de las derrotas, pero es una oportunidad para revisar y desarrollar el plan y la estrategia para ganar en 2016», con Hillary Clinton como probable candidata.