El kirchnerismo protesta contra la Justicia y se distancia del presidente Alberto Fernández

Una multitudinaria marcha por todo el país exige la reforma judicial y cambios en la Corte Suprema por su «parcialidad»

Aspecto de la manifestación de este martes en Buenos Aires EFE
Guadalupe Piñeiro Michel

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Fue la primera gran manifestación del año en Argentina y había sido convocada con énfasis por el oficialismo. El llamado 'núcleo duro' del kirchnerismo ha salido a las calles con el objetivo de protestar contra la actual Corte Suprema de Justicia. Pese a que varios funcionarios del Gobierno del presidente Alberto Fernández asistieron a la cita este martes, la marcha tuvo un gran ausente: el mismo mandatario, que ha decidido mantenerse al margen de la movilización, una nueva señal de distancia con el movimiento encabezado por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La marcha partió del mítico obelisco argentino en dirección a la plaza Lavalle, ubicada frente al Palacio de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, sede oficial de la Corte Suprema de Justicia. La convocatoria, difundida en las redes sociales como #1F, llamaba a luchar por la «democratización de la Justicia». Los primeros manifestantes se hicieron presentes sobre las 18 horas (h.local) y la protesta, que ha tenido como epicentro el escenario porteño, ha contado con distintas réplicas en más de 30 ciudades a lo largo del país sudamericano.

Entre los funcionarios que han asistido a la protesta que tuvo lugar este martes se encuentran el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño. También se han hecho presentes en la manifestación el cosecretario general de la CGT y secretario general adjunto del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano y el titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, además de distintas organizaciones sociales.

Otro de los participantes de la jornada de protesta fue el polémico expresidente Amado Boudou, quien en el año 2018 fue detenido tras haber sido acusado de negociaciones incompatibles y cohecho.

Demandas

A lo largo de la veraniega, aunque ventosa, tarde porteña hubo tres oradores principales que pusieron voz a los reclamos de los manifestantes: las actrices Cristina Banegas y Luisa Kuliok, quienes leyeron un documento escrito para la ocasión, y el juez Juan Ramos Padilla. « Que se vayan los jueces y que el pueblo tenga una justicia para el pueblo e igualitaria», se atrevió a alentar el magistrado.

Las pancartas y vestimenta de los asistentes combinaban los colores de la albiceleste bandera argentina, algunas imágenes que hacían referencia al poder judicial y no faltaron quienes apelaron a imágenes de los rostros de Eva Duarte y el expresidente Juan Domingo Perón.

La ausencia del presidente Fernández en la movilización -y hasta en la difusión de la protesta- es una nueva señal de distancia del mandatario con respecto al núcleo original del movimiento kirchnerista. Un alejamiento que ya se viene evidenciando desde que el oficialismo resultara derrotado en las últimas elecciones parlamentarias en el mes de noviembre.

El 'divorcio' entre el presidente y el núcleo duro del kirchnerismo es mutuo. Un ejemplo de ello ha sido a renuncia del hijo de Kirchner a la presidencia del boque del partido en el Congreso

El motivo obedece a su falta de apoyo al acuerdo alcanzado por el presidente con el FMI, que implica un desemboso de 44.500 millones de dólares anuales por parte de Argentina

Sin embargo, la decisión del alejamiento es mutua. De hecho, este lunes sobre las 20 horas locales se dio a conocer una noticia que sería una señal inequívoca del 'divorcio' al interior del kirchnerismo, cuando el hijo de los expresidentes Cristina Fernández de Kirchner y el fallecido Néstor Kirchner, Máximo Kirchner -cabeza del movimiento kirchnerista La Cámpora-, dio a conocer su decisión de renunciar a la presidencia del bloque del partido en el Congreso debido a su falta de apoyo al acuerdo que el presidente alcanzó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que implica un desembolso de 44.500 millones de dólares en un año por parte del país sudamericano.

El gesto del hijo del matrimonio Kirchner fue leído como un acto de desobediencia al actual presidente y, además, podría traerle problemas al mandatario, que requerirá los votos necesarios en el congreso para aprobar dicho acuerdo, dado que el bloque de diputados del oficialismo -Frente de Todos- se encuentra, actualmente, acéfalo. Sin embargo, el presidente dejó en claro este martes que no cambiará una sola palabra del proyecto de acuerdo que se enviará al congreso.

El mandatario, que pasó la jornada entera del martes buscando un reemplazo para el hijo de los Kirchner en el bloque oficialista del Congreso -en reuniones tanto en la Quinta de Olivos como en la misma Casa Rosada-, dejó evidenciar sus diferencias con su actual vicepresidente, Fernández de Kirchner en diálogo con el canal local C5N al afirmar con contundencia: «Cristina también tiene sus matices y diferencias con el tema del Fondo. El presidente soy yo y hay un punto en que tengo que tomar las decisiones».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación