Alemania planea limitar las reuniones familiares a diez personas en Navidad para frenar la pandemia

Los primeros ministros regionales quieren mantener ahora las restricciones para poder relajarlas entre el 23 de diciembre y el 1 de enero

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La canciller de Alemania, Angela Merkel EFE

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Merkel ya ha advertido que mañana miércoles, tras la videoconferencia que mantendrá con los presidentes de los Bundesländer, Alemania anunciará un nuevo endurecimiento de las restricciones , que hasta ahora se limitan al cierre de la gastronomía, la cultura y el ocio hasta final de noviembre. «El hecho es que todavía no estamos ahí donde nos gustaría haber llegado con las restricciones de contacto, es decir, seguro que todavía tenemos que hacer alguna cosa más», ha adelantado la canciller alemana, que en las últimas 24 horas vuelve a anotar más de 13.500 contagios y con los hospitales alemanes, dependiendo de la región, registrando una ocupación de las plazas de cama UCI con respirador de entre el 60% y el 87%.

En qué consiste concretamente el endurecimiento, además de la deducible prolongación, no se sabe todavía, porque el objetivo es que los ciudadanos reciban «una respuesta conjunta y consensuada a la que tienen derecho y en la que se está trabajando de manera muy intensiva», ha justificado Merkel, sobre la dilación. Pero por lo que va trascendiendo de reuniones preliminares, en las que los presidentes de los Bundesländer intercambian pareceres, podría extenderse el uso de la mascarilla, por ahora no obligatoria en la calle, y comenzar a perfilar la normativa navideña , para que los alemanes puedan planificar las fiestas.

La medida que más consenso reúne hasta el momento es la reducción de las reuniones familiares a un máximo de diez personas , junto a la prohibición de las tradicionales fiestas multitudinarias al aire libre de Nochevieja. En cuanto a los también muy tradicionales mercados navideños, no hay todavía acuerdo. Algunas ciudades, como la que alberga uno de los más históricos, el del Núremberg, ya han anunciado que este año no abrirá sus puertas, mientras que otros, como el de Berlín que sufrió el atentado terrorista, albergan todavía la esperanza de ofrecer los puestos con mamparas, distanciamiento y aforo limitado.

Merkel sí ha adelantado que las familias alemanas deberían poder reunirse en Navidad, «quizá con medidas de protección », aunque la perspectiva de los controles ha causado aireadas disidencias en las sus filas democristianas. Friedrich Merz, aspirante a convertirse en líder del partido el próximo año, ha declarado que «no es asunto del Estado cómo celebro la Navidad con mi familia».

Prolongación de las medidas

El ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz , ha señalado también que tanto el gobierno federal como los estados federados están seguros de haber hecho lo correcto al introducir amplias restricciones a principios de noviembre y que todos tienen claro también que «a pesar de los resultados visibles, todavía no es suficiente, porque no estamos donde quisiéramos estar en lo que respecta a las cifras de contagio». «Y por eso todos intuyen también que tiene que haber una prolongación» de las medidas, lo que con seguridad será un elemento esencial de la decisión que se tome este miércoles, ha reconocido. Scholz ha garantizado, además, que durante el tiempo que se prolongue el cierre, las empresas afectadas seguirán recibiendo el 75% de lo ingresado en noviembre de 2019, «como una ayuda pragmática y sin burocracia de superviviencia».

El Presidente de Baviera, Markus Soeder, ha señalado por su parte que las medidas se extenderán posiblemente durante tres semanas más , lo que implicaría el 20 de diciembre como fecha límite. «La ola se ha quebrado, pero desafortunadamente la cantidad de nuevas infecciones no está disminuyendo. En cambio, las unidades de cuidados intensivos continúan inundadas y la serie de muertes aumenta», ha justificado. En su opinión, los cines, bares y hoteles deberían permanecer cerrados y deberían prohibirse los eventos de fuegos artificiales, típicos de fin de año, y la venta de alcohol en las plazas públicas.

Ya a principios de la semana pasada, Merkel tenía previsto consensuar con los poderes regionales un endurecimiento de las medidas restrictivas, pero se topó con la resistencia de los «Länder», a los que compete su implementación, por lo que todo quedó en un nuevo llamamiento a la población a minimizar los contactos. Según datos del Instituto Robert Koch (RKI), la cifra de positivos desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero asciende a 918.269, con 14.361 víctimas mortales. En el conjunto de Alemania, la incidencia acumulada en los últimos siete días se sitúa en 140,7 casos por cada 100.000 habitantes. Después de que las cifras de infecciones diarias aumentaran notablemente en octubre y principios de noviembre , los números parecen estabilizarse, aunque a un nivel todavía demasiado elevado, y aún no se observa el descenso consolidado al que se aspiraba con la introducción a comienzos de este mes de nuevas restricciones. El objetivo sigue siendo lograr una incidencia acumulada por debajo de 50 por 100.000 habitantes que permita a las autoridades sanitarias rastrear de nuevo todos los casos.

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