Fotografía de archivo que muestra a Muhammadu Buhari (d) junto al presidente en funciones de Nigeria, Goodluck Jonathan
Fotografía de archivo que muestra a Muhammadu Buhari (d) junto al presidente en funciones de Nigeria, Goodluck Jonathan - Efe

El partido de Jonathan apelará los resultados de las presidenciales nigerianas

El presidente en funciones de Nigeria hace también un llamamiento a la calma: «Ninguna ambición merece que se derrame sangre»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El partido del presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha anunciado a primera hora de este miércoles que apelará los resultados de las elecciones presidenciales, en las que se ha impuesto el opositor Muhamadu Buhari, a pesar de que el mandatario ha reconocido su derrota.

El anuncio ha llegado poco después de que el Partido Democrático Popular (PDP) se haya negado a firmar el acta de resultados después del anuncio oficial de la Comisión Electoral Nacional Independiente, según ha informado el diario nigeriano 'Punch'.

El representante de la formación en el centro de recuento, Bello Fadile, ha subrayado que el hecho de que no haya firmado el acta «no cambia nada, no se invalidan los resultados». «Cuando vayamos a los tribunales podremos desafiar los resultados», ha agregado.

«Seguiremos los procesos establecidos. Como ha dicho el presidente (Jonathan): 'Si alguien se siente agraviado, que siga los procesos contemplados por la Constitución y las leyes electorales'». «El proceso adecuado es ir a los tribunales», ha remachado.

Llamamiento a la calma

Horas antes, Jonathan hacía un llamamiento a la calma a sus seguidores asegurando que «ninguna ambición personal merece que se derrame la sangre de los nigerianos».

«Prometí al país unas elecciones libres y justas. He mantenido mi palabra. He ampliado además el espacio para que los nigerianos participaran en el proceso democrático. Es un legado que me gustaría que perdurara», ha dicho en un comunicado.

«Pese a que algunas personas han expresado sentimientos encontrados sobre los resultados anunciados por la Comisión Electoral Nacional Independiente, pido a los que se sientan agraviados que sigan los procesos contemplados por la Constitución y las leyes electorales», ha agregado.

Asimismo, ha aprovechado su comunicado para felicitar «a todos los nigerianos» por participar en las elecciones «con entusiasmo y compromiso». «Felicito además a las fuerzas de seguridad por su papel a la hora de garantizar que las elecciones fueran generalmente pacíficas», ha añadido.

Primera victoria de la oposición

El exlíder militar Muhamadu Buhari ha ganado las elecciones presidenciales celebradas el pasado sábado en Nigeria, siendo la primera vez que la oposición consigue arrebatar el poder al PDP con la fuerza de los votos.

Así lo ha anunciado la Comisión Electoral poco después de que concluyera el recuento de votos que, según Reuters, ha dado la victoria a Buhari en los 36 estados nigerianos, sumando 15,4 millones de papeletas, frente a los 13,3 millones de votos de Jonathan.

El Congreso de Todos los Progresistas (APC), el partido político de Buhari, ya ha proclamado la victoria. Antes del arranque de la campaña electoral el PDP y el ACP se comprometieron por escrito a respetar el dictamen de las urnas, fuera el que fuera, en los comicios más reñidos de los últimos años en el país africano.

De esta forma, Buhari ha conseguido, después de dos intentonas, volver a la Jefatura del Estado, que ya ocupó entre 1983 y 1985 tras dar un golpe de Estado, imponiendo un régimen castrense antes de ser derrocado por otro golpe militar.

Aunque el PDP ha estado gobernando Nigeria desde la salida de los uniformados del poder, en 1999, esta vez la nefasta trayectoria del Gobierno de Jonathan en los últimos dos años brindaba a Buhari la oportunidad que se le había negado anteriormente.

A favor de Buhari jugaba su experiencia como líder militar, en un momento de gran inestabilidad en Nigeria por el avance del grupo terrorista Boko Haram, que incluso ha obligado a intervenir a los países vecinos.

También estaba favorecido por la regla no escrita de que a un presidente cristiano, como Jonathan, debe seguir uno musulmán, como Buhari, para garantizar el equilibrio entre estas dos comunidades religiosas en las que se divide Nigeria.

Ver los comentarios