Oklahoma retoma la pena de muerte con la ejecución de Charles Warner

Charles Warner ha sido ejecutado este jueves en Oklahoma a las 19.28 horas (hora local). Todas las miradas apuntaban a este estado tras el incidente ocurrido hace ocho meses, en el que Clayton Lockett recibió una inyección letal defectuosa que le provocó temblores y jadeos durante tres cuartos de hora.

La misma noche de la ejecución de Lockett, era la hora de Warner, pero por motivos evidentes, finalmente no se llevó a cabo.

Para evitar un contratiempo similar, la cárcel de McAlester (Oklahoma) se había preparado para la ocasión con una nueva sala de ejecuciones, funcionarios con una formación renovada y una potente inyección letal. Además, el estado ha cambiado sus procedimientos y ha aumentado la potencia del fármaco, según el diario estadounidense, «USA Today».

Los abogados del reo, minutos antes de la condena, insistieron en que el fármaco que le iban a administrar, «midazolam», no está aprobado por la FDA y, por lo tanto, aquel que lo suministre, «puede que no llegue a alcanzar un estado de inconsciencia y podría sufrir un fuerte dolor cuando se les administren el resto de los medicamentos». Los miembros del Supremo desestimaron la apelación por cinco votos en contra y cuatro a favor.

Según Jerry Massie, portavoz del Departamento de Correccionales de Oklahoma, el preso tardó 20 minutos en morir y no ocurrió ningún percance. Los periodistas testigos de la ejecución constataron esta versión.

En los próximos dos meses, Oklahoma tiene previsto ejecutar a tres presos más.

Otra ejecución en Florida

La ejecución a Charles Warner no ha sido la única. Johnny Shane Kormondy, acusado de matar al banquero Gary McAdams y violar a su mujer en 1993, ha sido ejecutado, también este jueves, en el estado de Florida.

Esta ejecución es la número 21 desde que Rick Scott asumiese el cargo el gobernador, igualando la marca adquirida por el exgobernador Jeb Bush durante su mandato.