Mercado navideño en Nantes donde un hombre atropelló a una decena de personas dejando seriamente heridas a cinco
Mercado navideño en Nantes donde un hombre atropelló a una decena de personas dejando seriamente heridas a cinco - reuters

Francia teme una nueva yihad de «lobos trastornados»

Un distinto perfil de terrorista paranoico aflora tras los ataques del fin de semana

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Francia teme estar convirtiéndose en un frente privilegiado para las «franquicias basura» de los terroristas del Estado islámico, integradas por una nueva generación de «lobos solitarios» con claros trastornos mentales, que oscilan entre la locura yihadista y la locura «clásica».

Hugues Moutouh, un especialista que ha trabajado para el ministerio francés del Interior, analiza la emergencia de nuevas formas de violencia terrorista: «El islamismo radical se ha convertido en el vehículo para todo tipo de desequilibrados». Roland Coutanceau, psiquiatra y criminólogo, añade: «La locura criminal muestra perfiles muy diferentes. La paranoia, añadida a una ideología radical, puede ser temible en personas convencidas y determinadas, como ocurrió en Boston con los hermanos Tsarnaev y en Francia con Mohamed Merah». Los trastornos también pueden tomar otra fisonomía cuando se trata de personajes impulsivos e inestables, a quienes el islamismo radical da una suerte de «sentido» para sus vidas.

A juicio de Moutouh, se asiste en Francia a una metamorfosis inquietante: «Los nuevos terroristas no tienen nada que ver con los del 11-S o el 11-M. En esos casos, todavía se trataba de ataques al estilo de los que jalonaron todo el siglo XX: acciones planificadas, financiadas y obra de hombres entrenados durante meses. Lo que vemos desde 2005 es la emergencia de nuevas formas de terrorismo, protagonizadas por lobos solitarios, según la terminología desarrollada por el FBI, individuos que pueden escapar a los radares del control globalizado».

El hecho de que estos matarifes aislados se financien con el botín de sus robos a pequeños establecimientos, y no mediante transferencias con origen en Arabia Saudí o Qatar, da idea de la dificultad de su detección.

Fanático de los videojuegos

Los últimos atentados que ha sufrido Francia sugieren la aparición de este nuevo perfil de yihadista. Lejos del fanático religioso y retrógrado, curtido en las escuelas coránicas de Pakistán y con una cierta formación militar recibida en Afganistán, la nueva oleada la protagonizan personajes de tinte menos tradicionalista y más desequilibrado. Un ejemplo es el joven que intentó asaltar una comisaría a navajazos, en Joué-lés-Tours (uno 250 kilómetros al sur de París). Bertrand Nzohabonayo era un fanático de los videojuegos. Sin formación religiosa específica, se radicalizó a través de internet y adoptó el patrón de conducta de los «héroes» de sus largas horas pegado a la pantalla. Su cuenta de Facebook era la plataforma que utilizaba para dar publicidad a su visión personal de una yihad de dibujos animados.

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