Vallas con propaganda electoral de los candidatos a las elecciones
Vallas con propaganda electoral de los candidatos a las elecciones - EFE

Las propuestas de los candidatos a la elecciones presidenciales de Brasil

La mayoría se han ido conociendo en las últimas horas

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Marina Silva es la única candidata, de los tres que van en cabeza, que publicó un programa de Gobierno desde el inicio de la campaña. La presidenta Dilma Rousseff (PT) y Aécio Neves (PSDB Partido de la Socialdemocracia) no lo hicieron hasta hace unos días y en el caso del «tucano», como se conoce a los socialdemócratas, difundió el suyo apenas 48 horas antes del cierre de campaña. «Es una muestra del desprecio que sienten por la población», asegura Alfredo Behrens, profesor de la escuela de negocios FIA de Sao Paulo.

El respeto, en época electoral, es un término que suele recordarse si conviene a los intereses partidarios. Sólo así se entiende la «anécdota» de los programas. Dicho esto, 142 millones de brasileños elegirán este domingo quién y cómo quieren que gobierne este país de tamaño continental.

La mayoría de las propuestas se han ido conociendo en cuentagotas y mediante diatribas electorales. Aún así, los brasileños, según los últimos sondeos de esta semana, parecen querer repetir modelo y la mayoría –aunque no llega a la mitad más uno para la reelección en primera vuelta- se inclina por Dilma Rousseff (entre el 37 y el 47 por ciento) seguida, en un virtual empate técnico, de Marina (en torno al 25 por ciento) y Aécio Neves (entre el 20 y el 22 por ciento).

La economía, terreno conocido por el bolsillo de los brasileños, que padecen una inflación superior al 6 por ciento (se consuelan con Argentina que llega al 40 por ciento), es uno de los caballos de batalla –mal ensillado por la presidenta- de estas elecciones que promete corregir.

La autonomía, en términos absolutos, del Banco Central es una de las propuestas de Marina Silva que la Presidenta no ve con buenos ojos al identificar con una política demasiado liberal. «Supondría -asegura- entregarle a los banqueros un gran poder de decisión». Aécio Neves, ex gobernador de Minas Gerais, comparte a grandes rasgos la visión de Marina del BC. Ambos defienden la reducción del aparato del Estado (hay 39 ministerios).

La educación y los programas de asistencia social van, en algunos casos, de la mano en Brasil. El 42 por ciento de la población de Brasil (más de 82 millones) vive de subsidios. Los llamados planes ascienden a 19. Algunos se ofrecen a cambio de que los padres garanticen la asistencia escolar de las «crianzas» (chicos). El PT fue hábil al advertir que Marina Silva pretendía suprimirlos. La candidata «ambientalista», término que prefiere usar antes que el de «ecologista» tuvo que salir al paso para garantizar: «los voy a ampliar y fortalecer». En la misma línea se colocó Neves.

En materia energética, Marina apuesta por el desarrollo de la energía solar y eólica. Las inversiones petroleras son alguno de los puntos de fricción. Dilma Roussef promete darle prioridad a la exploración de gas y petróleo.

Las mejoras en sistema de salud, vivienda, transporte y en la seguridad son bazas que juegan por igual los tres candidatos. No sucede lo mismo con la política internacional.

Aecio Neves considera que«Brasil debe volver a dar prioridad a las relaciones con los países desarrollados» y, al igual que Marina Silva, además apunta a estrechar lazos con EE UU, la Alianza del Pacífico y la Unión Europea. La presidenta de Brasil está abierta a todo pero prefiera las «relaciones sur-sur».

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