Un soldado americano que combatió en Italia encuentra a los tres niños que salvó en 1944

El exsoldado raso, originario del Bronx, los encontró escondidos en una gran canasta en su casa en el frente de guerra. Con el apoyo de la fotografía que se hizo con ellos, lanzó un llamamiento en Facebook, que desencadenó una caza al tesoro en Italia

Aquellos niños, hoy con 83, 81 y 79 años, recuerdan que el exmilitar, Martin Adler, les dio chocolate. Una video llamada los ha reunido. Emocionado y feliz, Martin exclamó al verlos: «¡Ciao bambini, queréis chocolate!»

La foto antigua que guió al soldado en busca de los niños.

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La historia parece una fábula. Pero con un final feliz, porque un soldado norteamericano ha logrado dar, setenta y seis años después, con tres niños a los que encontró escondidos en una gran canasta, cuando combatía con el ejército estadounidense en Italia contra los nazifascistas en la Segunda Guerra Mundial . Martin Adler, de 96 años, originario del Bronx, tenía el sueño de abrazar a aquellos niños a los que un día en el lejano 1944 les salvó la vida . Ahora Martin vive en Boca Ratón, en Florida, y lanzó un llamamiento en Facebook gracias a su hija Rachelle y al escritor y periodista italiano Matteo Incerti . De los niños no sabía el nombre, ni el pueblo en el que vivían. Pero nunca los ha olvidado. Tenía una foto con ellos y que ha conservado celosamente durante 76 años como el mejor recuerdo de su época de combatiente.

En el otoño de 1944 los americanos estaban liberando el territorio en torno a Monterenzio , en los Apeninos boloñeses. Era un periodo de los más duros, en las tierras de la Línea Gótica , un frente de dura batalla con los alemanes. Se combatió casa por casa. Martin, un soldado raso, que entonces tenía 20 años, y su compañero John entraron, con el subfusil Thompson en mano, en una casa rústica de una pequeña aldea.

Fotografía del veterano de la Segunda Guerra Mundial.

Oyeron ruidos y estaban a punto de disparar cuando oyeron el grito desesperado de una mujer que no disparasen porque había niños. En medio de los gritos de la madre aparecieron los tres hermanos: Bruno, Mafalda y Giuliana Naldi , de siete, cinco y tres años respectivamente. Martin ha recordado aquel momento inolvidable: «John y yo teníamos ya el dedo en el gatillo, listo para disparar, porque pensábamos que podría haber alemanes. Luego oímos los gritos de una mujer que corrió a nuestro encuentro gritando '¡niños, niños, no disparen!'. ¡Ella era su madre! Nos detuvimos y de una enorme canasta salieron tres niños espléndidos, dos niñas y un niño. John y yo nos echamos a reír, contentos, muy felices por no haber apretado el gatillo. No nos lo habríamos perdonado durante toda nuestra vida. Fue un momento de alegría, el más hermoso de aquel infierno de la guerra». Martin quiso inmortalizar el episodio en una foto, que le muestra sonriente y alegre con el casco junto a los niños.

Un sueño cumplido

El exmilitar nunca los ha olvidado. Ahora ha tenido la necesidad de conocer algo de los hermanos Naldi, saber si vivían y abrazarlos. O, en caso negativo, tener noticias de sus hijos o parientes. Martin quería restablecer un contacto para revivir aquel maravilloso momento, un paréntesis en los días terribles de la guerra. Gracias a la tecnología y a las redes sociales, su llamamiento fue difundido también en periódicos y televisiones. El tam tam mediático se extendió con rapidez, de boca en boca, colaborando incluso las administraciones locales.

El sábado se desató una bella y emocionante caza al tesoro. Pronto el misterio se aclaró. Los tres hermanos Naldi aparecieron. “El domingo por la noche -ha contado emocionado el periodista Matteo Incerti- llegó un mensaje a mi cuenta de Facebook: «Sr. Matteo, hay un hombre de 83 años que necesita hablar con usted. Es el de la fotografía’. Respiré hondo y, conmovido, llamé al teléfono del señor Bruno Naldi, nacido en 1938. Emocionado, me dice que se reconoce en la foto y que recuerda a los estadounidenses en su casa, en una aldea de Monterenzio, en los Apeninos boloñeses».

Los tres niños hoy en día.

La madre murió en el año 2000, y Bruno (83 años), Mafalda (81) y Giuliana (79) viven desde hace años en Castel San Pietro Terme , municipio de 20.000 habitantes, en la provincia de Bolonia. En su memoria conservan aún algunas instantáneas de los días de la guerra. No recuerdan haber tomado una fotografía ese día, pero nunca olvidaron esa gran canasta en la que se escondieron y el chocolate que los soldados estadounidenses les dieron. Fueron meses muy difíciles para los habitantes de la zona, recién salidos de la ocupación alemana. Bruno Naldi tiene aún en la mente los soldados de la Wehrmacht , que habían encontrado una escopeta de caza del padre, y no perdieron de vista la casa.

Tras dar con el tesoro, el periodista Incerti se lo comunicó a Rachelle, la hija de Martin. «¡Greaaatttt» (¡fantástico!), exclamó el exsoldado al ver cumplido su sueño. Incerti juntó a los tres hermanos Naldi. Una videollamada, con la otra parte del océano en Florida, los reunió con Martin. Fue un coloquio lleno de emociones. Como si el tiempo se hubiera parado en el 1944, Martin conmovido y feliz exclamó: «¡Ciao bambini, queréis chocolate!». Los saludos concluyeron con un abrazo virtual y una promesa: «Quiero vivir hasta los cien años, para que cuando termine la pandemia ir a conoceros en persona».

La historia es como un milagro de la vida , justo en el día de Santa Lucía , festividad que en víspera de Navidad se celebra con dulces y juguetes. Para el periodista Incerti, ha sido «una fábula de la vida, nacida en la oscuridad de la guerra».

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