El campamento Siefried, en 1935
El campamento Siefried, en 1935 - Twitter

Segunda Guerra MundialEl último reducto nazi: el barrio en el que te exigen ser ario para poder vivir

En Yaphank, Nueva York, se encuentra una comunidad regida por estadounidenses de una organización extremista que, desde 1935, extiende presuntamente las ideas de Hitler

Madrid Actualizado: Guardar
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En Yaphank, un pueblo ubicado a menos de 100 kilómetros de Nueva York, ya no desfilan personas con el uniforme pardo o negro característico de los nazis. Tampoco queda ya ni rastro de la esvástica realizada con setos que había en una de sus plazas más destacadas, ni de las calles dedicadas a Adolf Hitler, Hermann Goering o Joseph Goebbels. Sin embargo, hubo un tiempo en el que era sencillo ver todo aquello asomándose tan solo por la ventana pues, dentro de la región había una zona que tuvo fama de ser uno de los lugares en los que acudieron a vivir centenares de extremistas germano-americanos.

Concretamente, este pueblo (actualmente regentado por unas 6.000 personas) se expandió en los años 30 cuando empezó a albergar a los nazis estadounidenses que, deseosos de imbuirse de la ideología del Reich, acudían hasta el campamento «Siegfried» (un supuesto lugar de recreo en el que los organizadores impartían lo que, según ellos, era la verdadera enseñanza «aria» a los asistentes).

Así, poco a poco, Yaphank se fue llenando de todos aquellos sujetos que, viendo que sus ideas eran aceptadas en la zona, preferían quedarse a vivir allí en lugar de regresar a sus antiguos hogares.

Sin embargo, y tal y como afirma la versión en línea de diarios como el « Daily Mail» u organizaciones como « NYC Dept of Records», la situación de Yaphank cambió radicalmente con el final de la Segunda Guerra Mundial. Y es que, el gobierno de Estados Unidos expropió los terrenos a sus dueños para «limpiar» así la zona de extremismos. Al fin y al cabo, Hitler había sido depuesto y no había cabida para que un reducto de población siguiera profesando las ideas que tanto había costado erradicar al otro lado del charco. Todo pareció resuelto, pero nada más lejos de la realidad ya que, a partir de los años 60, la «German American Settlement League» (GASL, de ideología nazi) se propuso recuperar los terrenos.

No logró hacerse con todos, pero si con una pequeña zona de unas 50 casas que, ahora, rigen con puño de hierro según una denuncia puesta esta misma semana por dos de sus habitantes. Y es que, tal y como han afirmado al «Daily Mail» Philip y Patricia Kneer (los demandantes), exigen que todo aquel que quiera vivir en la zona demuestre su ascendencia blanca y su origen alemán «de buen carácter y reputación».

En su caso, según afirman, varios miembros de la organización contactaron con sus familiares y les visitaron en sus viviendas. Todo ello, para demostrar su ascendecia. A su vez, les realizaron una buena parte de la entrevista que tuvieron que pasar para poder en el barrio en alemán. Por descontado, ambos tuvieron que ir en persona para que los líderes del grupo comprobaran que eran 100% blancos.

Aunque les llamó la atención, el precio de la casa les hizo quedarse. Sin embargo, en la actualidad quieren vender la vivienda y se están topando con una ingente cantidad de problemas provinientes de esta organización. En primer lugar, solo se les permite deshacerse de la casa si es otro miembro del grupo el que decide adquirirla. Algo que consideran imposible. ¿Cuál es la opinión del grupo que rige este barrio? Según han afirmado sus representantes al «Daily Mail», se han desvinculado totalmente de su pasado nazi, aunque se sienten orgullosos de que la mayoría de su población sea blanca. Por otro lado, afirman que solo celebran tres fiestas de estilo bávaro al año. No obstante, los Kneer no opinan lo mismo.

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