Un genio a la sombra de Florenea

Javier es un artista de la decoración floral. Propietario y director artístico de una floristería donde como le gusta decir «se crea la magia». Florenea no tiene límites y sigue traspasando fronteras. Es habitual ver sus montajes en eventos de prestigio y en las páginas de las principales de revistas de nuestro país.

Quienes conocen a Javi lo tildan a nivel profesional de ser un genio en lo suyo. Dicen que cuenta con una sensibilidad especial que le ayuda a tener una creatividad inusual y excepcional porque es capaz de ver donde otros no ven. Pero eso va más allá porque lo que imagina es capaz de hacerlo realidad. Destacan que lo meritorio es que no necesita de grandes recursos, sino que es capaz de deslumbrar con lo que tenga a su alrededor. Eso sería quizás la virtud que le hace diferente.

En cuanto a lo personal, nos dicen que es un buen confidente porque sabe permanecer callado, no tiene necesidad de cotillear y no pierde el tiempo en juzgar a nadie. «Tiene un gran corazón y es una persona que ha llegado donde ha llegado solo a base de esfuerzo en todos los sentidos», puntualizan. Le consideran fiel, comprometido y con una ilusión enorme para crear nuevos proyectos.

Dicen (y solo hay que ver su trayectoria con los trabajos realizados) que es una persona muy artista, que se propone hacer algo nuevo y ajeno a lo habitual y tiene la gran capacidad de tener éxito, porque lo que hace roza la perfección. Lo consideran un artista por naturaleza porque todo lo que implique creatividad y habilidad lo hace bien, más allá de las flores.

Varela es una persona aventurera que no le tiene miedo a casi nada y que se entrega al 100% en lo que hace. Su motivación es marcarse nuevos retos. Nos contaba que hace poco se encontraba en el espacio de uno de sus clientes habituales como es la bodega de González Byass y que quería darle un giro completo, haciendo algo distinto a lo que estaba acostumbrado. Hasta que no lo consiguió, no paró.

Florenea puede hacer más de 100 bodas al año, no solo en la provincia de Cádiz, sino que su arte se extiende por todo el territorio nacional. Nos cuenta Javi que cuando él empezó este proyecto hace 25 años, las personas que se casaban en Jerez y otros rincones de la provincia requerían de servicios florales de fuera, de empresas sevillanas, por ejemplo, pero que ahora se ha dado cuenta que eso ha cambiado y es él quien tiene que estar yendo a otros destinos de España. Además de las bodas, es habitual ver sus decoraciones en los principales photocalls, recientemente decoró el impresionante acto de Dior que tuvo lugar en la sevillana plaza de España o las bodegas Osborne ante la visita de su majestad el Rey Felipe VI. Es bastante frecuente ver editoriales de revistas ambientadas con sus trabajos.

Desde muy pequeño Javi ya se divertía haciendo centros de mesa y sabía que terminaría haciendo algo de eso. Ahora el reconocido artista tiene una tienda en Jerez, pero nos ha anunciado que pronto podrá ver hecho realidad un sueño, otro de sus retos. Se trasladará al centro histórico de la ciudad donde tendrá su base en un antiguo casco de bodega. Y es que nuestro protagonista quiere aportar su granito de arena a salvar a la ciudad de ese abandono en el que se encuentra. Hace ya un año Varela llevó a cabo un proyecto de forma altruista donde buscaba reivindicar el valor del casco histórico, lo llamó 'Umbral'. Consistía en decorar con flores varias puertas de edificios abandonados de Jerez. Entonces, manifestaba que «si todos ponemos un poco de nuestra parte, todo puede funcionar y florecer de nuevo». No pudo cumplir sus previsiones porque el ayuntamiento de la localidad se lo impidió, pero para el recuerdo de muchos jerezanos quedará la espectacular decoración de la puerta del viejo Palacio Riquelme en la plaza del Mercado.

Le preguntamos a Javi por su vínculo de infancia con la provincia y nos cuenta que recuerda ir a la zona de Chipiona y Costa Ballena cuando apenas había construcciones y aquello era un campamento libre. «Aquello era maravilloso, la naturaleza que había e incluso dormíamos al aire libre. Ya no suelo ir porque no tiene nada que ver con lo que era, sino que se ha construido demasiado. Ahora, prefiero ir a sitios como Bolonia que es un espectáculo. Adentrarte por esa carretera que tiene su encanto y encontrarte esa imagen al llegar es increíble. Sin duda uno de mis rincones favoritos de la provincia», dice con una sonrisa.

Su trabajo le deja poco tiempo libre en esta época donde está presente en multitud de eventos veraniegos. Especialmente en los que se celebran en las Bodegas González Byass, como los conciertos del Tío Pepe Festival, las cenas de las Estrellas (con chefs galardonados con estrellas Michelín) y ambientar los restaurantes que cada verano dan servicios desde el interior de la bodega, por lo que sus veranos tranquilos de acampadas ya son solo parte del recuerdo.

Javier es una persona humilde, trabajadora y quien no se cansa de querer volver a sorprender una y otra vez a sus clientes, quienes en la mayoría de los casos confían ciegamente en él. Es alguien que cuando le planteas un problema no lo ve así y enseguida te da una solución. Gracias Javier por regalarnos espacios únicos.