Sergio Martínez: «Poli es muy parecido a mi personaje. Es una pena verlo hoy así»

Poeta, actor y campeón del mundo de boxeo, se sube al escenario para mostrar la vida más dura de este deporte

Sergio Martínez ABC

Beatriz Cortázar

Es un histórico del boxeo y hoy un actor comprometido que ha sabido conciliar sus grandes inquietudes y vivir sus sueños a base de golpes y victorias. ‘Maravilla’ Martínez compagina ahora sus entrenamientos en el ring (el día 27 vuelve a la competición) con su papel en el teatro Gran Vía con la obra ‘Bengala’ donde refleja la vida más dura de un boxeador.

¿Cómo se puede saltar de un ring a un escenario?

Están mucho más cerca de lo que se pueda llegar a imaginar. No hay tanta diferencia en lo que se puede hacer un el ring o en el escenario.

Pero los golpes en el ring duelen de verdad, lo otro no deja de ser pura ficción...

Cuando el combate termina, los boxeadores se abrazan y se dan las gracias. Los golpes son verdades, son puñetazos, pero el alma de la pelea no es real es solo supervivencia porque al acabar estás hermanado con tu rival. En el escenario también hay dolores porque lo que duele es el equivocarse y eso hace que te autoflageles por el simple hecho de olvidarte de la letra.

¿Cuánta similitud tiene con el boxeador que interpreta en el escenario?

Bengala es una ficción, purísima, realista, fantástica, pero no tenemos nada que ver. Nunca probé una gota de alcohol ni las drogas. Bengala es un boxeador que está arruinado, a quien el boxeo le salvó la vida pero que después lo terminará matando por el propio deseo y el vicio.

Ese argumento me recuerda a la vida del español Poli Díaz, a quien imagino conocerá.

Poli es más parecido a mi personaje de Bengala. De hecho, muchas de las cosas que hice para inspirarme en este papel fue mirar sus entrevistas, combates y entrenamientos.

¿Se han tratado?

Sí, nos vimos un montón de veces. Solíamos coincidir en el gimnasio del Rayo Vallecano. Es una pena verlo hoy así.

Estará conmigo en que la vida de los boxeadores siempre ha sido bastante marginal y con mucha gente del hampa alrededor. ¿Hoy ha cambiado ese mundo?

El boxeo tiene que ir evolucionando, pero todavía hay mucha corrupción, juguetes rotos como Poli. Hay una cosa que nos une a los boxeadores de raza y es que todos nacimos en un estrato social muy bajo, rozando la marginalidad. Nunca vi un chico de cuna de oro que intente ser campeón.

Hoy en España está de moda ir al gimnasio a boxear. No sólo en barrios más o menos humildes, sino que los altos ejecutivos se liberan dando puñetazos.

Lo veo con alegría porque es darle integridad a un deporte marginado que siempre se ha tapado bajo la alfombra. El boxeo es un deporte sano, el problema viene cuando uno se destruye fuera del gimnasio.

¿La interpretación fue la manera con la que llenó todas esas horas fuera de los entrenamientos?

A raíz de mi amistad con Hovik Keuchkerian escribí mi primer monólogo. A los pocos meses entré en una serie, luego una película…y una cosa trajo a la otra.

No pierde el sueño de conquistar más mundiales. El día 27 vuelve al ring de verdad en Madrid.

Quiero volver a por un título mundial. Es una locura, pero también lo fue salir de una favela y soñar ser campeón del mundo en Las Vegas. Lo logré en su día y quién sabe si hoy no puedo lograrlo de nuevo. Estoy físicamente muy bien y hay cosas que no se olvidan. Siento que en 2022 puedo aspirar a otro mundial.

Pero hoy no tiene esa necesidad ni ese hambre de triunfo. ¿Está dispuesto a jugarse la vida por ese sueño?

Si pensase esas cosas me tendría que retirar, pero mi estilo en el ring es muy defensivo y no suelo recibir muchos golpes. Con casi 47 años es complicado pero lo intento y cuando entreno con los chicos de 20 siento que mi motivación es más fuerte que la suya porque soy más consciente de que me juego la vida, por eso como desafío me parece brutal.

Entonces es más una cuestión de emoción que de dinero.

Me gustaría ser el cuarto boxeador de la historia en conquistar un título con más de 45 años.

¿Cómo es su vida en Madrid?

Este 12 de febrero van a ser 20 años que estoy en Madrid. Vivo con mi novia, llevamos juntos 7 años y dos meses, y no tengo hijos.

¿No le apetece formar una familia?

Desde muy pequeño tuve claro que no iba a tener hijos y esa forma de pensar me ha traído muchos problemas con mi madre. No quiero, no me apetece y como puedo elegir prefiero que no. Es un tema delicado porque la sociedad parece que te impone pasar por ciertos aros pero quiero ser fiel a mi decisión.

¿Tampoco se casará?

En realidad estuve casado solo 6 meses hace 10 años. Un error absoluto.

¿Una y no más o puede repetir?

No me molestaría tener que casarme porque estoy con una chica maravillosa. Encontré el amor de mi vida y sé que lo que me queda estaré con ella.

¿Cuál ha sido el golpe que más le ha dolido?

En el ring ni uno en comparación con los que me ha dado la vida. Me duelen las mentiras, y las traiciones.

Suele dar charlas para ayudar y motivar a mucha gente. ¿Enriquece así el alma?

Lo hago para crecer y por suerte he podido cambiar la vida de algunas personas y me siento increíblemente bien.

¿Quedan sueños por cumplir?

Muchos. Ahora estoy a punto de publicar un libro de poesía.

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