Patadas, insultos y puñetazos: el infierno de Kiko Rivera en el internado

Cuando Kiko Rivera (37 años) era adolescente estuvo dos años interno en un colegio de Toledo con el fin de que mejorar su expediente académico. Isabel Pantoja siempre quiso que sus hijos tuviesen una formación para poder ejercer una profesión más allá del deseo de ser toreros o artistas. Aunque al final no lo consiguió pues él se dedica al mundo de la música como Dj y Chabelita Pantoja vive de la prensa del corazón, ofreciendo entrevistas y desde hace unos meses como colaboradora en 'El Programa de Ana Rosa'.

El 2 de agosto de 2020 la relación de Kiko Rivera con su madre se rompió para siempre. Fue ese día «cuando me encontré lo que me encontré», contó el Dj en relación a la habitación secreta con las pertenencias de su padre, Paquirri , en Cantora. Y después llegaron aquellos tres especiales emitidos en Telecinco, bajo el título «Cantora, la herencia envenenada», en los que Kiko Rivera se despachó a gusto sobre el papel de la tonadillera como madre, del que solo salvó el hecho de que siempre le hablara bien de su padre, ya que según contó el pequeño de los Rivera, Isabel Pantoja nunca fue a verle al internado ni a recogerle al colegio. E incluso Kiko confesó que durante su estancia en ese colegio comenzó su coqueteo con las drogas: «Allí conocí todo lo prohibido», aseguró durante una entrevista con 'Sábado Deluxe'.

Este fin de semana han salido a la luz nuevos detalles sobre los años en los que el artista pasó lejos de su casa. Un ex compañero del internado contó en 'Socialité' que el Dj lo pasó muy mal durante su estancia allí por el acoso escolar que sufrió. «Kiko sufrió 'bullying' en el internado, los compañeros se metían mucho con él solo por ser el hijo de la Pantoja. Más de una vez, le pegaron. No tenía muchos amigos y lo pasó bastante mal. Se le hizo bastante cuesta arriba el internado», comenzó diciendo. «Solo por ser el nuevo le tocó más de una novatada, y algún chulito, simplemente por ser quien era, buscaba bronca con él», y confirmó las palabras de su excompañero de clase: «A Kiko su madre nunca fue a visitarlo. Ni su madre ni prácticamente ningún familiar».

Ante esto, el propio Kiko ha respondido a través de su perfil de Instagram en la que ha publicado una sentida carta pública en la que recuerda el acoso que sufrió durante sus años en el internado. «Es un tema que nunca he tocado, quizás difícil para mi, pero hoy salió hablando al parecer un compañero de mi colegio interno en Toledo. Y si me hacían bullying, quizás no como lo ha explicado él, pero sí fui objeto de patadas, puñetazos, me robaban y fue una época bastante dura para que engañaros, por la simple razón de venir de donde venía. Con esto no quiero dar pena ni mucho menos, conseguí salir, conseguí convertirme en lo que soy hoy en día y aunque me costó, siempre tiré para delante, aunque de hay vienen mis malos hábitos. Me gustaría mandar un mensaje esperanzador a todos los chavales que sufren de esto! Se puede salir,no cometas el error de quedarte callado y caer en malos hábitos por favor. Todos juntos debemos de luchar para que desaparezca este tipo de actos. Bueno ya sabéis una cosa más de mi parte de vida más amarga. Os quiero familia...», ha escrito.