Jaime Martínez-Bordiú y Marta Fernández se dan el «sí, quiero» en una boda secreta

Los festejos tendrán que esperar. Ellos querían casarse en el pazo de Meirás

Jaime Martínez Bordiú y Marta Fernández
Angie Calero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En secreto, en una notaría del centro de Madrid y ante tres testigos. Así se dieron el «sí, quiero» Jaime Martínez-Bordiú y Marta Fernández el pasado miércoles después de once años de relación. Según informó «Vanitatis», la pareja y sus acompañantes se desplazaron después hasta un restaurante en la zona de Almagro, donde brindaron en la intimidad por su recién estrenado matrimonio. Por el momento la fiesta multitudinaria, llena de familiares y amigos, que siempre quisieron celebrar, tendrá que esperar.

La intención de Jaime Matínez-Bordiú y Marta Fernández siempre fue casarse en el pazo de Meirás, la propiedad más simbólica de los Franco, de la que tomó posesión el Estado el pasado 10 de diciembre. Un día antes, la pareja se despidió de la propiedad en compañía de ABC. Dijo él entonces, que de Meirás se quedaba con los buenos recuerdos de toda una vida. Y es que, para los hermanos Martínez-Bordiú, desprenderse de Meirás significaba de alguna forma alejarse sus recuerdos de la infancia; pero también de la residencia donde toda la familia se reunía porque era la favorita de su madre Carmen Franco.

Allí, en la capilla y los jardines, los Franco fueron testigos durante años de importantes celebraciones familiares. Fue precisamente en el verano de 2017, cuando Jaime Martínez-Bordiú y Marta Fernández decidieron culminar su noviazgo con una boda en el pazo. Llegaron incluso a comunicárselo a Carmen Franco , quien estaba encantada con la idea de un nuevo enlace en su residencia estival. Sin embargo, su enfermedad y posterior fallecimiento el 29 de diciembre de ese mismo año, dejó sin ánimo de fiestas a la pareja.

Desde entonces, la familia Franco no tuvo ningún año tranquilo. Tras la muerte de Carmen Franco, los Martínez-Bordiú tuvieron que afrontar la exhumación de su abuelo y todo el revuelo mediático que se generó entonces. Una serie de avatares que llevó a la pareja a ir posponiendo sus planes de matrimonio.

Para cuando las aguas estuvieron un poco más tranquilas y quisieron retomar la organización de la boda, comenzó el proceso judicial que acabó el pasado mes de diciembre, cuando los Franco se vieron obligados a entregar al Estado el pazo. Nada ni nadie les hubiera impedido casarse el verano pasado, meses antes de que Meirás dejase de ser propiedad de la familia, pero desde hace años Jaime prefiere vivir tranquilo y alejado del papel cuché. No quería verse protagonizando titulares junto a su pareja por haberse dado el «sí, quiero» en pleno litigio sobre la posesión del pazo de Meirás .

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación