De vacaciones pero confinados: claves para aprovechar la Semana Santa

Variar la rutina o permitirse algún capricho, los consejos de los expertos para hacer más llevaderas estas fechas

Nieves Mira

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Con la llegada del mes de abril han llegado también las primeras vacaciones del año, las de Semana Santa. Pero para muchos la situación actual de confinamiento y el estado de alarma no permitirá cumplir con sus tradiciones, que van desde vivir estos días en la fe de las procesiones hasta pasarlos de viaje o en compañía de los seres más queridos, visitando a los abuelos o a los vecinos del pueblo. Los expertos alertan de la necesidad de variar la rutina de estos días, para ser conscientes de que no serán iguales que los de las pasadas semanas.

«Lo principal es modificar las rutinas. Tenemos que intentar hacer algunas actividades que nos permitan sentir que estos días son diferentes a los anteriores, que estamos de vacaciones», recomienda la psicóloga de Omnidctor María Ros . En esta línea, propone «permitirnos más, porque la ocasión lo merece»: madrugar un poco menos, preparar el plato preferido o no hacer ejercicio si no me apetece. En definitiva, «escucharnos para que también el cuerpo y la mente descansen».

En estos días más que nunca es muy importante mantener unida la red de apoyo: tener a los familiares cerca pero también a los amigos, los vecinos, las amistades del trabajo... Se trata de aprovechar al máximo las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. «Que nos hagan sentir que el malestar se divide y que de algún modo el trago es un poco menos amargo», cuenta Ros. Puede ser un buen método para reinventarse: con el confinamiento han crecido también las plataformas que ofrecen juegos online e incluso escape rooms virtuales.

Respecto a la familia , es importante, según recalca la psicóloga, buscar

La psicóloga María Ros

actividades que más les puedan apetecer a todos e ir intercalándolas de forma en que cada tarde se pueda jugar a algo distinto. «Escoger algo cada uno que podamos compartir con los demás», y también en el caso de las nuevas tecnologías, que permiten mantenernos en contacto. La experta recomienda que los progenitores se «repartan» las horas de jugar o encargarse de los niños. Además, hay que ser muy honestos con los niños, contándoles lo que sucede con normalidad, «adaptando el mensaje a su edad, a sus necesidades y su desarrollo evolutivo». Se trataría, en palabras de la psicóloga, de explicarles que vivimos una situación complicada y que es «totalmente lógico que surjan determinadas emociones. Así conseguimos que ellos no les teman y les ayudamos a gestionarlas».

Cuidar las relaciones

«Que mi pareja se pueda tomar esta tarde de vacaciones (ver una serie, dormir, leer…) y mañana lo haremos al contrario. De esa forma conseguimos que tanto niños como papás disfruten, descansen y estén cuidados como se merecen«, argumenta. Y es que «a la pareja hay que cuidarla, tanto si se trata de parejas jóvenes que no conviven como si llevan muchos años juntos». «El estrés, la carga de trabajo, los miedos, la angustia hacen que a veces descuidemos estos temas, y hay que intentar sacar ratos porque al sentir más conexión con nuestra pareja y cuidarla, se estabiliza el estado de ánimo, y en momentos de tanto estrés es fundamental», añade Ros.

No hay que olvidar que la Semana Santa, en el fondo, es una época de reflexión y de fe, y hay personas que esperan todo el año este momento. A ellas, las más afectadas, la psicóloga recomienda « darse permiso para sentirnos como nos sentimos. Con estas emociones lo que hay que hacer para que dejen de doler es atravesarlas: es normal sentirse decepcionado. Después, se trata de transformar ese malestar, teniendo en cuenta que la tristeza nos invita a pensar qué puedo hacer con lo que me ha ocurrido, para poder crecer». Es momento entonces de contactar con las hermandades, con las cofradías y las personas que pueden sentir lo mismo.

Las plataformas de telepsicología o telemedicina han experimentado un gran repunte en tiempos de confinamiento. Desde Omnidoctor, que está ofreciendo gratis sus consultas desde que comenzó el estado de alarma, informan de que sus llamadas han subido hasta un 2000%. Lo que más demandan sus usuarios tiene que ver con la ansiedad. «Son personas que antes tenían ansiedad y ahora se les ha disparado y están sintiendo sus primeros ataques de pánico», cuenta la psicóloga Ros. Pero también están atendiendo a personal sanitario, «que está empezando a mostrar signos de estrés postraumático» y afamiliares de fallecidos por Covid-19, ayudándoles a gestionar su duelo.

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