Los mejores regalos que le puedes hacer a tus hijos estas navidades según una psicóloga

«Es posible que un año tan duro en muchos hogares quiera compensarse con regalos materiales, porque queramos dar todo lo que este año sentimos ha faltado», indica Ana Asensio, de Vidas en Positivo

Carlota Fominaya

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Ni la crisis puede con la compra de juguetes, aunque la lectura, según apunta Ana Asensio, psicóloga de Vidas en Positivo , sea otra bien distinta: «es posible que un año tan duro en muchos hogares quiera compensarse con regalos materiales, porque queramos dar todo lo que este año sentimos ha faltado, pero lo más interesante de esta experiencia es aprender a agradecer todo lo que este año nos ha enseñado». De hecho, añade, «el cambio de paradigma viene cuando realmente nos damos cuenta qué regalos son aquellos que son importantes, útiles, qué van al corazón y, además, que nos acercan a nuestros valores ». Con esto, aclara esta psicóloga, «no quiero decir que entremos en culpas, para nada, pero si en consciencia y que regalemos desde la sabiduría y la conexión con nosotros mismos».

La realidad es que todos los años vemos cómo en muchos hogares, se multiplican los regalos, «tantos que en ocasiones hay familias que deciden, a muy buen criterio, ir abriéndolos durante el año, o en su defecto guardarlos para sacarlos en fechas de cumpleaños y dosificar», señala esta psicóloga. «El hecho es que sobre regalar a un niño es como comernos muchas raciones de mas de comida y no tener espacio en estómago para digerirlo», define.

«Y, aunque desde los ojos del adulto nos parezca que es algo abundante y lleno de sorpresas, a muchos niños lo que más les gusta es la experiencia de abrir paquetes, de rasgar el papel, de ver que al menos algo de la carta está ahí entre sus regalos y que los Reyes Magos los han escuchado».

Regalos «reales»

¿Cuál es, entonces, la recomendación de Asensio para esta Navidad? «Que continuemos con los valores que hemos podido aprender este año y regalemos experiencias, tiempo en común, un juego para compartir, unas entradas de teatro, una comida en el restaurante favorito de la familia, una tarde de juegos de mesa, un vale de cosquillas hasta “morir de risa”, un ticket de tarde de cine o unas sencillas palomitas en casa, hechas con cariños y calma...».

«Debemos recordar que lo que se invierta en valores ahora, será algo que siempre se podrá usar a favor de la felicidad en el futuro. Todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices, pero muchas veces no sabemos cómo y queremos que sean felices evitándoles malos momentos o dándoles todo, cuando la clave real está en enseñar a vivir la vida de una manera inteligente, uniendo mente y corazón, y aprendiendo a vivir las crisis que vendrán y disfrutar de lo esencial que el ser humano tiene y necesita y es unas buenas relaciones con los otros, quererse a si mismo, sentir que le quieren, y saber que puede superar los retos que la vida les van a poner», señala.

Y para ello, prosigue la experta de Vidas en Positivo, «lo mejor que podemos hacer es acompañarlos a vivir, pero no adelantarnos y sobreprotegerlos, ante todo. Y una de estas ocasiones la tenemos en Navidad, donde los excesos y la relación que esto tiene también con la insatisfacción en un futuro. Lo material da felicidad para un rato, es placer de neuroquímico, pero no es aprender el estado de felicidad verdadero como te pueden traer otros aprendizajes como superarte, valorar, agradecer, confiar, compartir, donar… y otros muchos aprendizajes que podemos ir enseñando a nuestros hijos y que serán sin duda l os mejores regalos que les podamos hacer ».

Estas son las recomendaciones que hace la experta de Vidas en Positivo en cuanto a regalos navideños:

1. Es muy probable que la carta de tu hijo sea eterna y que cada día que pasa y ve un anuncio nuevo o el catalogo de juguetes, quiera añadir uno más o uno diferente… «No te preocupes -tranquiliza esta psicóloga-, la memoria en niños pequeños es muy cortoplacista, por lo que tu podrás seleccionar aquello que sientes más ilusión le hará».

2. Es posible también que, como padre y madre, quieras darle todo, pero aquí Asensio recomienda un acto de reflexión : que te acerques únicamente a aquello que más le gustaría a tu hijo/a recibir.

3. Es buena oportunidad para sacar a relucir los valores en los que queréis que se eduquen y colaborar en alguna acción solidaria, donando algún juguete a otros niños, o realizando una compra para el banco de alimentos y que ellos mismos puedan elegir qué comprarían para otros niños que no tienen la misma oportunidad en este momento.

4. Compra juegos o juguetes que se puedan compartir y disfrutar como actividad familiar, estas experiencias y vivencias son las que quedan en la memoria emocional para siempre.

5. Otra recomendación es comprar juegos y juguetes adaptados a su edad, para que realmente puedan disfrutar de ellos . Muchos niños piden cosas que ven en catálogos o en la tele, sin tener en cuenta la edad. Por parte de los adultos también se suele sobrevalorar la edad, por lo que la recomendación es fijarse en el año máximo de juego e incluso pensar en alguno menos de cara a la adquisición.

6. Juegos y juguetes de calidad, sostenibles , y además que sean educativos o estimuladores del juego simbólico son una buena opción.

7. Una opción que no debería faltar son los cuentos, libros y actividades que nos inviten a que el cerebro de nuestros hijos esté a un ritmo de funcionamiento óptimo y siembre calma de cara aun futuro, evitando el estrés de pantallas excesivas.

8. Si se regalan pantallas y tecnología , que es algo habitual y con lo que es necesario convivir, que sea con consciencia. «Las pantallas absorben mucho a la persona, inicialmente puede resultar muy placentero porque descansa mucho de los hijos en momentos en los que uno necesita descanso, pero a la larga es algo de lo que la mayoría de los padres que atiendo se arrepienten, y quieren por un lado que tenga estos juegos pero por otro que los racionen, y esto es algo necesario de educar y regular desde que son pequeños, al igual que se regula el azúcar y las chuches, esto es otro aspecto mas a incluir en nuestra educación», apunta Asensio.

9. Por último, están los juegos y juguetes sensoriales , de crear, pintar, hacer, de fomentar la creatividad y poner nuestras manos y nuestro cerebro a trabajar. «Todo lo sensorial nos ayuda a que nuestro pensamiento no se acelere y no se recaliente, por eso si se regala tecnología, estaría bien compensarla con regalos más manipulativos», concluye.

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