Un año después de la pandemia, la cuarta parte de las familias españolas está en riesgo de pobreza extrema

La Fundación Madrina alerta de que en nuestra sociedad hay un coma social inducido y una gran devastación de su tejido empresarial sin generación de empleo

«… me pueden dar dinero para regresar a casa? Nos hemos colado en el metro… y no nos queda dinero para transporte…», este es el reclamo de cientos de familias que atiende diariamente la Fundación en el Banco del Bebe. Las colas del hambre se están transformando en colas de familias sin techo. Sin ayudas sociales, sin empleo y ahora sin hogar, las familias con hijos menores, inician un éxodo hacia sus países de origen, hacinándose en hogares con sus abuelos o desconocidos, o bien inician un camino hacia el campo para sobrevivir, buscando empleo y alojamiento más barato.

Para Fundación Madrina el paro real en España es del 22%, incluyendo los ERTEs y los autónomos en cese de actividad. Los que más sufren los jóvenes y los más mayores, y sin que el dinero público llegue a las familias y empresas que más sufren esta crisis, y que solamente han recibido un 3% de ayudas directasdel PIB, frente al 30% del PIB que ha inyectado Alemania a sus familias y empresas.

Si España superara el 25% de paro real en el medio plazo, supondría una línea roja que, de sobrepasarse, podría conducirnos a un estallido social grave. En este sentido, la Fundación valora con los datos que tiene, que a 8 de cada 10 familias vulnerables se les deniega la ayuda mínima vital y estima que 1 de cada 2 familias vulnerables podría perder su vivienda en los próximos meses.

Fundación Madrina ha pasado de entregar alimentación e higiene de bebe a 400 familias al mes antes de la pandemia, a más de 4.000 familias al día en la actualidad

Como consecuencia de lo anterior, la gestión de la crisis sanitaria ha generado en España una espiral de pérdida con consecuencias cada vez más graves: una crisis económica sin precedentes que ha hecho quebrar a miles de familias, y un sobreendeudamiento familiar y empresarial que, sumando la deuda de empresas y hogares a la del estado alcanza el 263% sobre el PIB, la más grave desde la Segunda Guerra Mundial y desde la postguerra.

Todo ello está alimentando actualmente una de las mayores crisis sociales de la historia reciente en nuestro país, con un coma social inducido, y una gran devastación de su tejido empresarial y sin generación de empleo. Igualmente, las inversiones se van fuera de España debido a la inseguridad fiscal y jurídica reinante en nuestro país y especialmente en algunas autonomías.

Familias en «baby crack»

En consecuencia, España está padeciendo una gran devastación económica, con empresas zombis, que caminan con niveles de deuda incapaces de recuperar por el bajo crecimiento de su negocio, y con familias en «baby crack» bajando aún más la tasa de natalidad por la incertidumbre del empleo, llegando a una tasa de natalidad en España de 7,62

Muchas economías del mundo pueden recuperarse más pronto, pero España no. Desde Fundación Madrina estimamos que España tardará otros 7 años más en empezar a crecer, debido a la catástrofe que ha sufrido su economía. En este sentido, la institución no atisba brotes verdes en la economía y si brotes secos que pueden romperse bruscamente, debido a que nunca como hasta ahora, ha habido una desconexión mayor entre los activos financieros que venden optimismo y la economía real. Este hecho puede generar en el medio plazo un peligroso crack bursátil y económico de consecuencias impredecibles para el conjunto de la sociedad. La crisis nos puede llegar a todos. La recuperación económica de nuestra economía vendrá de la apertura del mercado y del sector servicios de nuestra economía.

El IMV no llega a los que lo necesitan

El 97.2% de las familias atendidas por Fundación Madrina no ha recibido el Ingreso Mínimo Vital (IMV) solicitado y 4 de cada 10 familias que lo han pedido han dejado de percibir la renta mínima autonómica. Están en el limbo administrativo y sin ayudas.

Por otra parte, tan sólo se han aprobado el 2.8% de las solicitudes, un 18.9% han sido denegadas, sin dar motivo alguno, y el 78.3% continúa en estudio.

El IMV a día de hoy solamente alcanza al 2,8% de las familias a las que acompañamos desde la Fundación. Este dato se obtiene del seguimiento de las solicitudes realizadas por la propia Fundación a la Administración. A pesar de todos los meses transcurridos, el IMV no ha conseguido llegar a más personas.

Asimismo, a un alto porcentaje (18,9%) de las familias gestionadas por la Fundación Madrina, les ha sido denegada esta prestación con la dificultad que esto supone para que salgan adelante. Siendo imposible saber los motivos por los que han sido denegadas las ayudas para poder interponer recurso.

Las familias a las que va dirigida esta prestación son familias vulnerables que, en su gran mayoría, carecen de acceso a internet y vienen a la Fundación para que les ayudemos a gestionarla. No tienen más tiempo para poder esperar a que la burocracia elimine sus barreras y recibir el dinero que necesitan para sobrevivir.

Por otra parte, las familias que han solicitado el IMV están totalmente desinformadas y necesitan que se les guie y ayude en tiempo y forma, pero es imposible disponer de la información necesaria para poder ayudarles, mientras sus hijos pasan hambre y frío, en gran pobreza “materno-infantil”.

Asimismo, esta ayuda deja fuera a muchas familias que realmente lo necesitan para poder seguir adelante , mientras tanto, la descoordinación autonómica ha hecho que el 40% de las familias que están a la espera de recibir el IMV hayan dejado de cobrar la renta autonómica para ayuda social que percibían por diferentes motivos y que nadie les ha explicado el motivo de la cancelación.

Familias sin techo

Más de 200.000 familias han sido atendidas por Fundación Madrina en esta pandemia, y las colas del hambre siguen aumentando con familias en situación de vulnerabilidad y nueva pobreza y que no van a recibir la ayuda social prometida por la Administración central, una ingeniería social que no ha previsto el éxodo de familias desde la ciudad a sus países de origen o hacia zonas rurales con menores alquileres, o bien hacinándose en viviendas. En muchas de ellas conviven hasta 3 generaciones, abuelos, hijos y nietos, sobreviviendo de una pequeña pensión del abuelo.

Durante este tiempo, Fundación Madrina ha pasado de entregar alimentación e higiene de bebe a 4.00 familias al mes antes de la pandemia, a más de 4000 familias al día en la actualidad, que buscan en las las colas del hambre lo más necesario para sobrevivir. Esta dramática situación que va en aumento, supone pasar de 30 toneladas repartidas al trimestre, a la entrega de más de 15 toneladas al día, proporcionando alimentos e higiene de bebe y de adulto, para personas vulnerables.

Igualmente, empieza a haber desabastecimiento en los bancos de alimentos, no se consigue los alimentos suficientes para tantas familias vulnerables.

La única salida

La única salida para estas familias es acceder a una vivienda en zonas rurales. Con el programa Pueblos Madrina, cada semana la fundación inicia su caravana de niños hacia zonas rurales con familias vulnerables que ya no pueden sobrevivir en unas ciudades porque se constituyen en trampas mortales para ellos. En los pueblos estas familias empiezan a tener una segunda esperanza.

Desde Fundación Madrina se prevé que esta crisis económica durará un ciclo de 7 años. Ya que considera que: « La crisis ha llegado para quedarse al no haber expectativas de generación de empleo urbano, donde radica el mayor porcentaje de la población afectada», dado el constante aumento de peticiones desesperadas de ayuda que hacen a la Fundación.

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