Hígado y fertilidad: ¿qué relación tienen?

Antonia González, embrióloga, explica en este artículo las claves de la fertilidad integral

ABC Familia

Suena raro, sí, me suena raro hasta a mí…, pero dentro de la fertilidad integral se han ido haciendo grandes descubrimientos, entre ellos la relación tan importante y necesaria entre la función hepática y nuestras hormonas y, por tanto, nuestra fertilidad .

El hígado es el órgano que se encarga de metabolizar todo aquello que el cuerpo ya no necesita y convierte estas sustancias en más solubles para que sean eliminadas mucho más fácilmente. Tiene dos lóbulos porque el hígado realiza dos funciones básicas (dos fases), la de detoxificación 1 y la detoxificacion 2.

En la primera de estas fases, a grandes rasgos, sabemos que los tóxicos y los estrógenos (hormonas femeninas) cambian su forma para así posteriormente poder eliminados. Y esto se produce gracias a unas enzimas especiales. Y esta parte, para los que nos dedicamos a la fertilidad integral , cobra mucho valor, ya que los estrógenos que entran en el hígado se convierten en tres tipos distintos de estrógenos con nuevas formas. Uno de ellos (2OH) lo podemos llamar el estrógeno bueno y también se convierten en otros dos (4OH y 16OH) que son estrógenos no tan buenos.

Salud hormonal

Para tener una buena salud hormonal debemos tener más estrógenos 2OH, ya que tienen una función protectora, mientras que los otros dos estrógenos tienen una función proliferativa. ¿Y esto qué implica? Pues esa función proliferativa es el sustrato para hacer crecer miomas, endometriosis, adenomiosis, pólipos, crecimiento de fibromas en las mamas, hacen crecer más el endometrio…. Para entenderlo fácilmente, nos predisponen a tener reglas más abundantes, más dolorosas, síndrome premenstrual más acentuado, cáncer de ovario, de endometrio…

Un exceso estrogénico de los no tan buenos interfiere negativamente en nuestra fertilidad . Se va entendiendo la relación entre el hígado y el intestino, ¿verdad? Pues hay mucho más.

Tenemos la fase détox dos en la que se acaban de eliminar los estrógenos, pero también los andrógenos, que son las hormonas masculinas, que las mujeres que tienen Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) tienen más predisposición a acumular. Pero también eliminamos la histamina, hormonas tiroideas, serotonina, fármacos, tóxicos…

En esta segunda fase juegan un papel fundamental para la eliminación distintos embudos, los más importantes para la fertilidad son: metilación, sulfatación y glucuronizacion .

Un mal funcionamiento de estos embudos, porque estén saturados, nos puede provocar una mayor inflamación sistémica, peor coagulación sanguínea, quistes en el ovario, miomas, un peor funcionamiento de la tiroides, histaminosis, migrañas, ansiedad, mayor tendencia a la depresión, y problemas de fertilidad, por supuesto.

Sabremos si metilamos mal si solemos tener migrañas, somos muy perfeccionistas, si el café nos acelera en exceso (taquicardias…), si tenemos fatiga crónica o si en épocas de estrés nos aparece caspa, eczemas o diarreas.

Sabremos si sulfatamos mal si las digestiones son lentas , nos cuesta digerir la lechuga o las legumbres, si no toleramos muy bien el zumo de naranja o si nos repite el ajo, pimiento rojo o el pepino.

Sabremos si glucuronizamos mal si tenemos exceso de vello, o acné androgénico , si nuestra piel tiende a ser más amarillenta o incluso el blanco de los ojos es más amarillo, o si tenemos picor en todo el cuerpo.

¿Y ahora qué hago?

La gran pregunta. Ya sé que mi hígado no está funcionando al cien por cien, ¿Qué hago? Y además estoy buscando el embarazo o tengo problemas de fertilidad. ¿Puedo mejorar esta condición? Por supuesto que sí, a través de alimentación, hábitos de vida y de suplementación podemos ayudar al hígado a trabajar. Pero eso sí, hemos de olvidarnos de los remedios milagrosos y los batidos détox milagrosos… La palabra détox se ha usado tan mal en los últimos años que cuando es realmente importante utilizarla ha perdido ya mucha validez.

Por eso, en estos casos debemos de acudir siempre a un profesional cualificado y formado en medicina integrativa, y que tenga los conocimientos que no nos enseñaron en la universidad por desgracia.

A nivel general puedo aportar pequeños consejos de cómo mejorar la presencia de estrógenos buenos, por ejemplo, comiendo brócoli y todo tipo de crucíferas. Aumentando en nuestra dieta todos aquellos alimentos que tienen resveratrol, como los arándanos azules, cacao, uva.

El sésamo, el lino, la col verde también son un apoyo ya que nos aportan lignanos. Y nunca olvidarnos del omega 3, que podemos encontrarlos en las nueces, la chía, el pescado, marisco.

Todos estos alimentos nos ayudarán a esa primera fase de la detoxificación, y en la segunda fase, según el embudo alterado, habría que valorar en consulta qué alimentación es la adecuada para cada caso.

El hígado es la depuradora de nuestro cuerpo, junto al intestino, y debemos de cuidarlo, no saturarlo con alcohol, fármacos, tóxicos… que lo harán trabajar de más y afectan dejando a la gestión hormonal, tan importante para la mujer y para su fertilidad y salud femenina.

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