Diálogos de Familia

Un psiquiatra señala uno de los trastornos mentales con más prevalencia en la infancia

El director médico de la clínica López Ibor advierte de las terribles conscuencias para el menor si no se diagnostica a tiempo

Carlota Fominaya

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Vulnerabilidad . Esa es la condición que reunen muchos de los pacientes que acuden Ignacio Basurte, psiquiatra y director clínico de la clínica López Ibor . Por eso, explica nuestro invitado de hoy en Diálogos de Familia, «en jóvenes adolescentes es muy importante el diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos del neurodesarrollo, antes de que finalmente se expresen como trastornos de conducta, adicciones y en la vida adulta como trastornos mentales de tipo afectivo o de patología dual, entre otros...».

La salud mental está, finalmente, en boca de todos. ¿Cree usted que ha dejado de ser un asunto tabú o que todavía queda mucho por hacer en este sentido?

Creo que durante estos dos últimos años, y a razón de la pandemia, hemos tenido muchísima más visibilidad, de los problemas de salud mental sobre todo en la infancia y en la adolescencia. ¿Por qué? Porque hemos estado dentro de un entorno y han cambiado mucho los hábitos de las personas. El aislamiento de las personas ha hecho visibilizar muchos más trastornos y a lo mejor tenerlos más presentes.

Efectivamente. ¿Sigue siendo un tabú? Sigue siendo un tabú y sobre todo lo que creo es que muchas veces dentro de los propios entornos familiares lo que ha ocurrido es como una especie de negacionismo, que intentamos normalizar determinadas conductas o patrones, achacándolos a problemas de la adolescencia.

¿Cuáles serían las señales que usted como experto dirías a las familias que tuviesen en cuenta, como indicio de problema que puede derivar en trastorno, que puede acabar en patología? ¿Cuáles son las señales a las que tenemos que prestar especial atención en casa?

Creo que es muy importante destacar una etapa de vulnerabilidad que es fundamental, que es la adolescencia. Porque en la adolescencia lo que vamos a encontrarnos muchas veces es que hay bastantes problemas que podemos achacar a una etapa de la vida, pero también es la etapa de mayor vulnerabilidad para los trastornos mentales. Ahí vamos a encontrarnos por ejemplo, a personas que van a tener conductas más desadaptadas, hay un periodo que es grave, que también vamos a encontrar mayores factores de riesgo, asociados. Es por ejemplo cuando se produce también el acoso escolar, o cuando se produce también algunos factores de riesgo como pueda ser el consumo de sustancias, y que todo eso puede hacer o motivar que si nosotros tenemos esa vulnerabilidad a tener un trastorno mental, se desarrolle de una manera más virulenta.

Esa vulnerabilidad, ¿puede ser genética, causada por factores externos? Y, ¿a qué edad comenzaría o tenemos que estar más atentos, por esa parte física?

Creo que también destacar que no es que haya más enfermedades mentales ahora que en el pasado, sino que ahora estamos haciendo un diagnóstico más precoz, y eso nos está permitiendo el abordaje más temprano de este tipo de trastornos. Muchas veces lo que vemos es que cuando una persona tiene un problema de salud mental,y sobre todo una adolescente en su entorno familiar también vemos que sus padres o abuelos o la familia más cercana, también han tenido algunos problemas o contactos con salud mental. Esos ya de por sí van a tener un riesgo añadido en un momento dado. Luego hay como también has expresado unos factores de riesgo asociados. Esa persona puede entrar en un momento dado en contacto con sustancias, y ese inicio de contacto con sustancias va a desencadenar lo que nosotros llamamos patología dual. Si nosotros tenemos esa vulnerabilidad genética en un momento dado, pues va a despertar ese problema que conocemos como patología dual.

Esa patología dual en una persona que a lo mejor tiene predisposición a tener una esquizofrenia o una psicosis para que se entienda mejor (que es como una pérdida del criterio de realidad) cuando yo consumo por ejemplo cannabis, voy a despertar esa genética que va a hacer que se dispare ese trastorno. Digamos que las adicciones y las sustancias comparten muchos genes en la etiología de la propia enfermedad y eso es lo que va a hacer que yo tenga esa vulnerabilidad y finalmente esta se desarrolle.

Físicamente, ¿hay una edad donde es más probable que esto florezca o despunte?

Sí, cada trastorno o enfermedad va a tener una edad. Sí que hay que hacer hincapié en lo que nosotros llamamos trastornos del neurodesarrollo. Y entre ellos sí que hay que hacer hincapié el TDAH. El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en un momento dado es un trastorno que digamos que el cerebro evolutivamente se va desarrollando y cada persona va a llevar un ritmo o velocidad en ese desarrollo.

Característicamente el cerebro se desarrolla de la parte más posterior a la más frontal. Y esa parte frontal es la que digamos se desarrolla finalmente. ¿Qué es qué hace el lóbulo frontal en un momento determinado? Nos va a inhibir de alguna manera ese control de impulsos y va a permitirte en un momento determinado tener autocontrol. Esa pérdida de autocontrol, que viene aparejada con la adolescencia, esas respuestas inadecuadas, esa impulsividad, sobre todo la impulsividad es la que nos va a poner en un momento dado en una situación de riesgo y mayor vulnerabilidad al desarrollo de trastornos mentales y adicciones.

Esa persona con TDAH en un momento dado, no es infrecuente que tengan contacto con el consumo de sustancias en un momento dado, y pum, se despierte y lo que veamos sean actitudes o una desregulación en las emociones, que lo que va a hacer es generar mucho conflicto en su entorno. Evidentemente si a esa persona se le hubiera diagnosticado de manera precoz pues probablemente hubiera llevado un curso evolutivo diferente.

Ha nombrado el TDAH. ¿Porqué? ¿Es el más común, el más prevalente?

Es uno. Porque realmente en psiquiatría solo hay trastornos, que van a ser del neurodesarrollo y otros que van a darse en el transcurso de la vida, y sobre todo al final que son los neurodegenerativos, los propios trastornos mentales, son del neurodesarrollo y de esa manera el TDAH es un poco el que más te va a poner en vulnerabilidad, y que luego en la vida adulta se puede expresar de muchas maneras sobre todo si no ha habido un diagnóstico precoz en la infancia y en la adolescencia.

¿Es, además, el que más están ustedes viendo en consulta en la clínica López Ibor?

Es uno de ellos. Yo lo llamo la psiquiatría invisible, porque muchas veces no se diagnostica a tiempo, y luego se expresa con muchas manifestaciones diferentes. Te pueden venir por consumo de sustancias, dificultades de personalidad o interacción, o se pueden manifestar también como trastornos bipolares, de problemas que a lo largo de la vida adulta se diagnostican de otra manera y sin embargo no se están teniendo en cuenta en la infancia.

Sin duda, hay que tratarlos mucho antes, pero, ¿cuánto de antes? ¿Está usted hablando de niños de 6, 7 años...?

Estoy hablando de que, si tienen ese componente de hiperactividad, pues va a ser el entorno, o la escuela o los maestros los que finalmente te den la señal. Ahí es muy importante hacer una valoración de manera adecuada, que te permita de alguna manera valorar a esa persona, y esa persona darle el tratamiento y el seguimiento adecuado para evitar todo esto que estamos hablando del futuro.

Señala usted que la escuela, las familias, normalizamos muchas conductas, porque creemos que son parte de la adolescencia, o porque al final se repiten tanto que las asumimos. ¿Cuáles serían las que no deberíamos dejar pasar por alto bajo ningún concepto?

Estas personas que tienen TDAH intentan autorregularse de alguna manera. Hoy en día, y durante el confinamiento lo que hemos visto, que su manera de autorregularse consumen por ejemplo internet de manera convulsiva. Internet porque una manera normal ya el consumo de determinadas cuestiones le puede generar problemas de excitabilidad y nerviosismo, ellos mismos aprenden a autorregularse, a planificarse de una mejor manera ese tipo de consumo. Luego cuando llegan las sustancias ellos tampoco son infrecuentes que acaben consumiendo cannabis, o que acaben consumiendo cocaína, por qué? porque también igual que la cocaína en las personas normales produce una excitación una irritabilidad, en un momento dado y una exhibición, a estas personas les tranquiliza, y se regulan emocionalmente de alguna manera.

Ellos mismos van a autorregularse emocionalmente en un momento dado, y van buscando. El problema que tienen ellos es esa inmadurez, que a lo largo del neurodesarrollo que dura toda la vida pero sobre todo se produce en la adolescencia, y en el principio de la vida adulta es cuando vamos a encontrar que ellos van a conseguir de alguna manera, ese control o autocontrol y lo van buscando de una manera…

¿Y respecto al rendimiento escolar?

Un niño que va mal, que no tiene rendimiento escolar, a esa persona hay que verla. Y ver qué ocurre. El tema de la carencia de sueño, es otra cuestión que finalmente va a hacer que estos chicos estén más irritables, que haya más dificultades en la interacción interpersonal, tanto en el entorno escolar como en el familiar y demás.

Esas respuestas impulsivas en un momento dado, que son más características, si es un hiperactivo de libro no hay problema, porque lo ves. Pero cuando no hay hiperactividad es un problema, y lo que predomina es el tema atencional, pues estos chavales que pueden darse como torpes en el estudio, más fuera de eso, pueden ser gente con altas capacidades, sin embargo como no tienen un diagnóstico adecuado, fracasan escolarmente.

Estos chicos es curioso, están metidos en casi todos los jaleos pero no son los que los producen, lo que pasa es que van inducidos por los demás. Al final tienen mucha más visibilidad, están siempre en el punto de mira, y sin embargo no son verdaderamente los causantes del problema. ¿Qué pasa? Que al final el que molesta en clase, al final le mandan al final del todo y se pierde, y si le costaba concentrarse, y centrarse y prestar atención, pues imagínate si le mandas al final cuando se distrae con la mosca o el pájaro que pasan por la ventana.

¿Cómo han vivido en la pandemia los que tienen trastornos con el neurodesarrollo?

Lo que ocurre es que a nivel global ha sido como un experimento. Para todos. Hemos estado en una situación de aislamiento, hemos tenido que buscar nuevas formas de hablar y comunicarnos, algunas han sido favorables, otras han sido muy desfavorables. Al final ha hecho que el modelo de interacción haya cambiado. Con lo cual, finalmente también todos estos síntomas o rasgos o patrones o dificultades de la personalidad en un momento dado, se hayan puesto más de manifiesto. Y determinados trastornos como pueden ser los de alimentación, o el tema del TDAH, haya habido mayor dificultad en la propia convivencia. El aislamiento y la falta de interacción finalmente es un factor de riesgo, y de comunicación que ha puesto de manifiesto muchísimos más trastornos mentales siempre que hubiese esa vulnerabilidad.

Respecto a las familias, ¿hay alguna forma de prevenir de alguna forma? ¿Podemos interactuar mejor con nuestros hijos?

Creo que es importante, y volvemos al inicio de la entrevista, quitar ese tabú que hay sobre la salud mental. Lo que estoy comentando es que precisamente el diagnóstico precoz, afrontar, no mirar para otro lado, va a hacer que de alguna forma el curso evolutivo de ese trastorno vaya muchísimo mejor y sobre todo evitemos muchos problemas. No dejemos de ver también que a parte del fracaso escolar tenemos muchísimos más accidentes de tráfico y muchísimas más personas en las cárceles simplemente porque no se ha hecho un diagnóstico adecuado.

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