FAMILIA

«Estar solos en la expatriación hace que muchas familias se redescubran»

Mamás por el Mundo es una consultoría especializada en todo lo que rodea a estas experiencias laborales

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La vida de Laura siempre estará marcada por la expatriación. Su primer destino laboral como responsable de RR.HH. fue Dublín, y se convirtió en su terapia tras la muerte de su padre. El primer año de su hijo mayor lo pasaron en Lisboa y el primer año de su hijo pequeño, en Miami. La diferencias entre las dos experiencias han sido muchas pero la principal es que en esta última, ella sabía a lo que me enfrentaba (lo bueno y lo no tan bueno). La vida laboral «nómada» de Laura García y de su socia Erika Mirochnik las llevó a fundar Mamás por el Mundo, una consultora especializada en expatriación. Desde esta plataforma ayudan a mujeres en su situación a dar los primeros pasos en otros países, algo no siempre fácil.

«Este tipo de noticias no suelen caer bien en casa, ni son fáciles de digerir. Las dudas, los temores, y la incertidumbres que suponen dejarlo todo atrás para iniciar una nueva vida a muchos kilómetros de la tuya, suelen ser muchas. Y también las que se encuentran expatriadas se enfrentan a emociones contrapuestas», cuenta García. Para ella, el primer reto es «superar la soledad y aprender a ser feliz en el nuevo destino, primero por mi misma, y después, por todos mis compañeros de viaje». A esta madre lo que más le ayuda en los distintos países de acogida es «buscar comunidad». «Encontrar amigas con necesidades y vidas parecidas, con las que conectar porque lo que de verdad mejora las cosas es compartir», explica.

Parejas, hijos, educación...

Colegios, casa, nuevo idioma, costumbres... Todo esto es importante, pero desde Mamás por el Mundo recomiendan guardar un orden en los pasos para no empezar la casa por el tejado. «Esto simplifica mucho las cosas a todos los niveles», asegura esta mujer. «Un claro ejemplo es buscar primero el colegio que más se adapta a nuestras necesidades, para luego buscar un hogar lo más cercano posible que facilite nuestras rutinas diarias».

El proyecto educativo, añade, García, «no puede separarse de lo que como padres deseamos transmitir». «En Mamás por el Mundo somos partidarias de una educación que combine los aspectos locales con la identidad familiar». Desde esta consultoría reconocen que es verdad que esto también depende mucho del destino de expatriación, ya que las ofertas educativas suelen ser muy diversas. «Las opciones en Oriente Medio y en Estados Unidos, por poner dos casos, son muy diferentes y hacen que la integración de los hijos sea distinta, ya que estarán condicionadas por las caracaterísticas de cada país».

En cuanto a la pareja, esta pasa a ser el único apoyo en el país de acogida, al menos por un tiempo. «La realidad es que esto puede llegar a suponer problemas, si no se cuida este aspecto. Es necesario seguir unos pasos que va marcando el propio proceso. Lo que nosotras sugerimos es que ambos se sienten a analizar cada fase de forma conjunta, tomando en cuenta el papel de cada uno en esta nueva etapa».

El mundo laboral

«Si se negocian las condiciones de expatración pensando también en la madre y se valora el esfuerzo que hacemos dejando nuestras carreras profesionales, se sientan unas bases muy buenas para que la pareja salga fortalecida de esta nueva aventura conjunta», asegura. «Estar solos en la expatriación hace que muchas familias se redescubran en un contexto al que nunca se habían enfrentado», añade.

Este miércoles 29, de 18:00 a 21:00 horas, tiene lugar el encuentro dirigido a aquellas mujeres expatriadas o que vayan a iniciar un proceso de estas características. Más información del programa en www.mamasporelmundo.com

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