VIAJES

Ampuriabrava a vista de pájaro: un salto desde 4.000 metros

La gran marina residencial de Castellón de Ampurias es uno de los lugares con más tradición de paracaidismo

Salto en tándem sobre la bahía de Rosas ABC
Ana Mellado

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El hombre ha fantaseado siempre con poder volar. Experimentar esa sensación de libertad y autonomía, desplegar los brazos y que por unas horas se conviertan en unas alas improvisadas. Y quizá una de las prácticas que más nos aproxime a ello es el paracaidismo. Saltar desde 4.000 metros con una caída líbre a 200 kilómetros por hora. Algunos lo harían sin pensarlo dos veces, pero la gran mayoría deberán vencer al miedo previamente. Will Smith lo explica a la perfección en un vídeo en el que relata su salto en paracaídas en Skydive Dubái . Un salto que, dice, le cambió la vida. Le hizo entender el papel que juega el miedo en nuestras vidas y le empujó a enfrentarse al él «todos los días».

En España, uno de los lugares con mayor tradición de saltos es Ampuriabrava . Aquí se encuentra un centro profesional de referencia, que desde 2012 pertenece al mismo grupo de inversores árabes que gestiona el de Dubái. Las instalaciones del aeródromo se pusieron en marcha en 1977, en ese momento funcionaba como aeroclub privado con una sección de paracaidismo. En 1985 se creó el Centro de Paracaidismo Costa Brava y se empezaron a comercializar los saltos en tándem. F inalmente, tras la compra de los empresarios de Dubái, pasó a llamarse Skydive Empuriabrava .

El «bautismo» en el aire se realiza en tándem, de la mano de un instructor profesional con miles de horas de vuelo. Al llegar al aeródromo, tras rellenar varios documentos, el cliente pasa a un hangar donde le aguarda la persona que le guiará en esta nueva aventura. Una vez recibidas las indicaciones y con el arnés ceñido a nuestro cuerpo, llega el momento de embarcar en el avión. Un trayecto de quince minutos, en los que las sensaciones son díficiles de definir. A medida que la ciudad va quedando empequeñecida y la bahía de Rosas comienza a dibujarse bajo nosotros, los nervios se disparan . La nave dispone de dos bancos en los que se distribuyen unos 15 pasajeros -muchos de ellos extranjeros- que saltarán de forma individual o en tándem. El ambiente que se respira aúna la complicidad de ser partícipes de una misma experiencia y al mismo tiempo, la inquietud y la excitación de los inexpertos. Unos minutos antes de abrir la puerta del avión el instructor ajusta los arnés al que el cliente al que va enganchando, le coloca las gafas y le desea suerte. Uno se asoma al mundo a 4.000 metros. Lo bueno de ir enganchando al instructor es que no se requiere la valentía de dar el paso y lanzarse el vacío. Él lo hace y uno solo tiene que dejarse llevar.

Salto a 4.000 metros desde el avión de Skydive Empuriabrava ABC

A los 50 segundos el instructor abre el paracaídas . De frente, hay otro profesional que se encarga de tomar esas fotos que cosecharán cientos de «likes» en las redes sociales. Las dispara mediante una especie de pajita que sale de su boca y se conecta a la cámara. Uno sonríe y nota cierta sequedad en la garganta. Mirar hacia abajo no da vértigo. El hecho de que no haya edificios alrededor modifica la sensación de espacio. Máximo disfrute al divisar los canales de Ampuriabrava, el golfo con un mar turquesa, las montañas arboladas y la Serra de Rodes.

Tras unos minutos, comienza el descenso. El instructor explica que para aterrizar hay que flexionar las rodillas y levantar las piernas, pero uno solo piensa en que le gustaría continuar flotando. Con los pies ya en la tierra es difícil grabar en la memoria lo vivido . Unos minutos más tarde uno ya piensa en repetir. Engancha.

Túnel de viento Windoor

Túnel de viento Windoor, en Empuriabrava ABC

Muy cerca del aeródromo, se encuentra otra de las grandes atracciones de Ampuriabrava para los amantes de la adrenalina. Se trata del Túnel de Viento Windoor. Lo primero que llama la atención nada más acceder al centro es un enorme cilindro de cristal que tiene un diámetro de 4,30 metros y una altura de 5,85 metros . Su transparencia permite observar a los voladores, así como que los acompañantes retraten este inolvidable momento.

El rango de velocidades en el interior se situa entre 150-190 kilómetors por hora para principiantes y los 250 para profesionales. Hay que reconocer que así como en el salto en tándem la única habilidad necesaria es confiar en el instructor, en el túnel de viento sí se requiere cierta agilidad y pericia a la hora de conseguir la postura correctar para lograr sostenerse en el aire. Al principio sin la ayuda del monitor es muy difícil aguantar suspendido y la comunicación con él se realiza mediante señas puesto que es aconsejable el uso de tapones.

Hay que atreverse con la subida kamikaze en espiral hasta la altura máxima y el posterior descenso en seco.

Wave Club

Simulador de surf Wave Club ABC

Con la adrenalina en el cuerpo y después de sensaciones fuertes, una buena opción es relajarse sobre las olas del centro Windoor Wave Club , un espacio que cuenta con flowrider. Este simulador de surf, con una potente piscina de olas de 12 metros x 6,60 de amplitud, permite disfrutar de un divertido rato de ocio y mejorar la técnica sobre la tabla, desde los niveles más básicos hasta lograr las piruetas más avanzadas. En la práctica del flowrider confluyen técnicas del surf, el esquí, del esquí-surf o del skate y pone a prueba el equilibrio y técnica de los visitantes. Es una actividad dirigida a todos los públicos y se puede surfear a partir de los 1,20m de altura.

Terraza del Wave Club ABC

El centro también dispone de una terraza chill out y lounge bar, que recrea el espíritu más auténtico de California. Perfecto para difrutar bajo el sol de una cerveza.

Un entorno inigualable

Canales de Ampuriabrava ABC

Aunque Ampuriabrava se presenta como un tesoro para los amantes de la aventura y la adrenalina, no se pueden pasar por alto sus muchos otros atractivos turísticos. Es una delicia navegar por los 25 kilómetros de su Marina , que nos recuerda a una Venecia moderna. Estos paseos pueden hacerse en grupo o individualmente con pequeños barcos eléctricos.

En clave de naturaleza, más del 70% del término municipal de Castellón de Ampurias forma parte del Parque Natural de los Aiguamolls . Unos 40 kilómetros de itinerario para completar un bonito paseo y descubrir animales y flora. Ciertos puntos de observación, estratégicamente situados, nos permiten ser testimonio de los secretos que esconden una gran variedad de especies de pájaros y de mamíferos, durante todo el año.

La Basílica de Santa María , conocida como la «catedral del Ampurdán», asombra a más de un visitante, que delante de esta joya del gótico catalán nos hace revivir la paciencia y la fe usadas en este gran templo medieval. En el municipio también se puede visitar una antigua harinera que hoy es un museo, pero el lugar más impactante es una prisión del siglo XIV que se visita como testimonio de la ley y el castigo en la edad media.

A la hora de sentarse a la mesa es muy recomendable ponerse en manos de la familia Jordá, en su restaurante Empòrium, reconocido con una Estrella Michelín . Una cocina de mar y montaña actualizada sin renunciar a toques actuales, que ensalzan los sabores empordaneses, siempre en base a productos de proximidad.

Otros restaurantes que conviene conocer son El Portal de la Gallarda, Capitán, La Locanda, Vecchia Milano y la pastelería Surroca.

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