Finaliza la 62 edición de la MBFWM

Los jóvenes diseñadores demuestran que la moda española tiene futuro

Finaliza la edicion Samsung Ego, donde han presentado sus colecciones diez diseñadores con propuestas creativas y con gran calidad

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La semana de la moda madrileña llega a su fin y lo hace con la Samsung Ego, la plataforma que nació hace cinco años para que los jóvenes diseñadores tuvieran la oportunidad de demostrar de lo que son capaces.

Fue el desfile ganador de la cuarta edición del certamen Samsung Ego Innovation Proyect, “Walking up the mountains”, de María Glück, el encargado de abrir la jornada. Cuca Solana, directora de Mercedes Benz Fashion Week Madrid; Celestino García, vicepresidente corporativo de Samsung, y Andrés Aberasturi, comisario de Samsung Ego, presentaron la colección, a la que, si hubiera que poner un calificativo, la denominaría “tecnobioecológica”. Ocho diseños, con algas luminiscentes que emiten color con el movimiento, mochilas con huerto incorporado, plantas que salen de agujeros de las prendas y prendas con tintes termosensibles, entre otras aportaciones.

Y tras el comienzo ecológico de la jornada, el diseñador extremeño Xavi Reyes presentó su colección, original y fresca, para hombre y mujer. Colección que fue digna ganadora del premio que recibió al final de la tarde: Premio Mercedes Benz Fashion Week Madrid Talent. Con una paleta de color muy primaveral, donde rayas y lisos se entremezclaban, sus propuestas se basaron en pantalones ajustados hasta la rodilla donde abrían con la utilización de croché; faldas y crop top de cortes asimétricos que daban movimiento a la prenda; pantalones de punto rematados con puntilla muy ancha, y todo con un único complemento: cuerda blanca a modo de cinturón. Mezcla de tejidos y de siluetas que nos recuerdan a los años 70. En contraposición con la paleta de color de Reyes, Franx de Cristal, diseñador de la firma 44, presentó una colección negra, base de todas las prendas de la colección y también de la firma, con casi una única silueta: vestido recto midi, para hombre y para mujer, con superposición de telas en gris y azul. Todo, en un satén modificado tecnológicamente para dar aspecto de gabardina. Demasiado uniformado.

Y llegó el turno de Azabala y Paloma Suárez. La diseñadora vasca Amaia Zabala jugó con la superposición de tejidos, de georgettes, haciendo una paleta de colores personalizada. Las prendas desestructuras (costuras vistas y bajos sin rematar) fueron apareciendo en la pasarela para luego dejar paso a prendas finalizadas: faldas tubo combinadas con bombers, trench sin mangas, monos sueltos, vestidos camiseros, faldas plisadas (tendencia en esta edición de la MBFWM). Una mujer urbana. Más juveniles y deportivas fueron las propuestas de Paloma Suárez que, con un crepé plisado para faldas y tejidos semimpermeables para pantalones culottes, monos y vestidos camisetas, confeccionó una colección muy comercial.

Al llegar la tarde, una visita política: Cristina Cifuentes, acompañada de la consejera de Economía, Engracia Hidalgo. Las jóvenes promesas de la moda se lo agradecerán. Vieron los desfiles de David Catalán y Elena Rial. El primero, propuesta deportiva, que es la base de su firma. Lycras brillantes de los años 70, en sudaderas y pantalones cortos. Líneas rectas, cortes diagonales y algún volante. Todo en colores que van desde el blanco al negro, pasando por un rosa chicle intenso. Y tras un breve descanso, Elena Rial nos propuso con sus prendas un verano muy transparente, con tintado sobre tul, una inspiración años 20; vestidos que marcaban la silueta con cortes asimétricos en estampados florales azules sobre fondo blanco. Y para hombre: jersey de punto y pantalones pitillo.

Y cuando empieza a sonar la guitarra, al más puro estilo tejano, Pedro Covelo cambia un poco de tercio y nos presenta una colección años 60. Pantalones de hombre de largo capri con campana y bolsillos delanteros, y cazadoras ajustadas. Y lo más sesentero, el estampado vichy, en amarillo y negro. Auténtico.

Una gran colección fue la que presentó Juan Carlos Pajares. Coherente de principio a fin, las propuestas del diseñador, para hombre y mujer, se desarrollaron en una paleta de colores rojos, negros, mostazas, para pasar al estampado de la pintura de la Bauhaus, que llegó hasta los últimos pases. Faldas plisadas, una vez más en esta edición, con superposición de telas laterales; pantalones culottes; tops asimétricos y vestidos largos ajustados, con grandes aberturas y escotes pito. Y para resaltar aún más las prendas, las sandalias de tacón altísimo en la misma gama de colores, obra también del diseñador. Una colección que pronto tendrá muchos compradores.

Y el telón de la 62 edición de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid se cerró, tras el desfile exhibición de la holandesa Zyadya Keizer, con la colección de Beatriz Peñalver. Prendas fluidas, muchos volúmenes en las faldas, escotes, cinturas marcadas y superposición de prendas, para mujer y para hombre, que dejaron a más de uno con la boca abierta.

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