Lucky Blue Smith, el modelo mormón que seduce en las redes sociales

Lucky Blue Smith se ha convertido en una sensación en las redes sociales. Su peculiar nombre (Suerte Azul), su mirada penetrante, su 1,90 de estatura y cabello rubio platino teñido han llamado la atención de de firmas de modas pero también de 1.200.000 millones de personas, que le siguen día a día a través de su cuenta de Instagram.

El joven, de solo 16 años, utiliza su cuenta de Instagram para promover su trabajo como modelo, como hiciera la peculiar Cara Delevigne. Fue «descubierto» en su Utah natal a los 12 años, y le fichó la agencia «Next Models». En 2013 se mudó a Los Ángeles y desde entonces ha participado de forma más activa en pasarelas y campañas.

Smith ha desfilado para firmas como Tom Ford, Etro, Bottega Veneta y Fendi.

Hasta el momento, sus campañas más importantes han sido una para Calvin Klein, otra para GAP y para Tommy Hilfiger.

Mientras tanto, su fama sigue creciendo en las redes sociales y las adolescentes en Estados Unidos le reconocen en la calle y le piden autógrafos o «selfies». Él aún no entiende esa situación, aunque poco a poco lo va gestionando.

«Recibo cerca de 150 mensajes directos al día en Instagram. No quiero decepcionarlas al no responderles, pero si les contesto no tendría tiempo para hacer más nada», ha dicho el joven en una entrevista a «BOF», que, aunque esté acosado por chicas y comparta con mujeres atractivas, no quiere caer en la tentación del sexo. Debido a que es mormón, pretende llegar vírgen al matrimonio.

Los modelos no son nada extraño en su familia, de hecho, es vista casi como la profesión familiar. Su madre, Sheridan, es una ex modelo. Sus hermanas Pyper America (18 años) y Daisy Clementine (19 años) también se dedican a ello profesionalmente. Tiene otra hermana, Starlie, de 21 años, con la que tiene una banda, The Atomics. Él toca la batería y tienen planes para grabar un disco.

Aunque la fama le ha llegado poco a poco él ha confesado que no se quiere convertir en un chico «snob» que va por la calle sin prestar atención a las chicas que le reconocen. «Es importante para mí tratar de tomarme fotografías con cada chica que viene a verme. No entiendo mucho por qué les gusta, pero si las puedo hacer felices quedándome con ellas con rato y eso hará mejor su día ¿qué son para mí 30 minutos nada más?» ha dicho el joven.