Tatoi, la mayor finca de Grecia, se prepara para el futuro

La antigua propiedad de la Familia Real helena está siendo ahora cuidada y transformada para disfrute del ciudadano

Vista aérea de la finca de Tatoi, en Grecia ABC

BEGOÑA CASTIELLA

A poco menos de una hora del centro de Atenas, la antigua finca real de Tatoi, bajo los pies del Monte Parnitha, ha despertado de su letargo y se está transformando . Se avanza finalmente tras muchos años de abandono y estancamiento desde que fue ratificada en 2002 por el Tribunal de Estrasburgo su expropiación –y la de otras propiedades– por el Estado griego a cambio de una compensación económica de 12 millones de euros para el Rey Constantino, 900.000 euros para su hermana la Princesa Irene y otros 300.000 euros para su tía la Princesa Catalina. Pasaron décadas durante las cuales el Estado efectuó un mantenimiento mínimo, mientras que en los cuatro años de gobierno radical sólo continuaron los trabajos de restauración de objetos y poco más. Y ha sido ahora, con el gobierno conservador de Kiriakos Mitsotakis, cuando finalmente se estudia de forma profesional cuál será el futuro de esta finca de 41.990 metros cuadrados. Y grandes contenedores, donación de la familia de armadores Martinou, facilitarán el trabajo de los restauradores.

El Ministerio de Cultura confirma que dentro de pocas semanas se presentará públicamente el plan de administración y utilización de la finca, donación de otra familia de armadores, los Laskaridi.

Constantino de Grecia, con sus hermanas, Sofía e Irene, en Tatoi, donde pasaron su infancia ABC

El concepto inicial se basa en mostrar y proteger esta entidad cultural única, creando un museo en el antiguo palacio real y restaurando los 40 edificios de la finca, habilitando para ser también utilizado para visitantes el pequeño hotel Tatoi. Aún no se conoce si se volverá a cultivar la tierra, recuperar las viñas y producir aceite como en el pasado, ni si habrá una granja de nuevo, como cuando el Rey Jorge I de Grecia en el siglo XIX consiguió demostrar que la finca debía no solo autoabastecerse, sino también ser independiente y no necesitar ayuda estatal. Pero son ahora muchos los visitantes de esta finca, en la que están prohibidos los coches, los que disfrutan en este parque natural protegido.

La Ministra de Cultura, Lina Mendoni, conocida por su seriedad y eficacia, va superando las barreras burocráticas de esta propiedad ya que en la administración de la finca intervienen varios ministerios además del suyo.

El edificio principal, conocido como el Palacio y ahora completamente vacío, va a ser reparado y en su interior se mostrarán miles de objetos que están siendo restaurados, recreando varias habitaciones principales (el despacho del Rey, el gran salón y el comedor) como se encontraban durante el reinado del Rey Jorge I hasta 1913, cuando fue asesinado en Tesalónica. En el cercano edificio conocido como «las cocinas» habrá una pequeña cafetería y dependencias auxiliares.

Obsesiones de la izquierda

Comenzarán en breve los trabajos de restauración del edificio, cerrado desde diciembre de 1967, cuando el Rey Constantino voló a Roma al fracasar su contragolpe. Se abrió oficialmente para que una serie de objetos personales fueran retirados y enviados en nueve contenedores en 1991, durante el gobierno de Constantino Mitsotakis, padre del actual primer ministro, al domicilio del Rey Constantino ya en Londres, donde residía con la Reina Ana María y sus hijos. Después solo se registraron varias efracciones, algunas con robos y vandalismo, hasta que comenzaron las labores de restauración y ahora existe mejor vigilancia policial. La ministra Mendoni confesó en el diario ateniense Kathimerini que «parte de los daños que ha sufrido el palacio se deben a obsesiones», refiriéndose de forma diplomática al odio visceral de gran parte de la izquierda griega que detesta la figura de la monarquía y considera que fue gracias a los contactos de la Familia Real griega y la ayuda de los aliados que Grecia no se convirtió en otro país comunista como sus vecinos.

Hace pocas semanas se abrió finalmente el edificio conocido como los Establos del Rey Jorge I, que se encontraba cerrado a cal y canto desde la época de la junta de los militares. Ahí se han descubierto las cuatro carrozas de la familia real, incluyendo la carroza d fabricación francesa que utilizó Doña Sofía para acudir a las Catedrales Católica y Ortodoxa para su boda con Don Juan Carlos, entonces Príncipe de España, en 1962. También se encuentran centenares de cajas aun sin abrir, posiblemente provenientes de otras residencias reales.

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