Nicaragua pide paso en el mundo del tabaco premium

El país de los lagos y los volcanes acaba de celebrar el festival Puro Sabor 2018 para mostar al mundo sus excelentes puros, unos grandes desconocidos en España, «territorio Habanos»

Torcedores de cigarros de la fábrica Drew Estate, en Estelí J. CH.
Javier Chicote

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Nicaragua, tierra de lagos y volcanes, está produciendo excelsos cigarros puros que durante los últimos años copan lo más alto de las clasificaciones de la publicaciones especializadas . El tabaco «nica» es un gran desconocido en España -apenas un 1% del mercado-, donde Habanos reina sin oposición en lo que a tabaco premium se refiere, pero merece la pena dedicar alguna sobremesa al producto que nace en las vegas de Estelí y Jalapa.

La lluvia, el sol y las propiedades organolépticas de la tierra del valle de Viñales hacen inmejorable el tabaco cubano, donde todo empezó, pero otros países están ganando terreno a base de buen hacer, como Nicaragua ha mostrado al mundo en el recién celebrado festival Puro Sabor 2018 . Hace más de 40 años que el gran José Orlando Padrón , fallecido el pasado diciembre y homenajeado en el festival, le dijo a Anastasio Somoza que no había visto fuera de su Cuba natal hojas como las de Nicaragua. A partir de ahí, los productores nicaragüenses se han volcado en seleccionar, añejar, ligar y torcer sus mejores tabacos con el mayor de los mimos para intentar superarse día a día .

Anielka Ortez, presidenta de la Cámara Nicaragüense de Tabacaleros PURO SABOR

Como en todo vitolario, hay grandes diferencias, pero, tras degustar una buena muestra, encontramos un denominador común en estos fantásticos puros: las notas picantes y especiadas . Antes de encenderlos, el aroma de las cavas ya te dice que estos cigarros tienen también un dulzor especial . La combinación sabores y aromas da un producto más exótico que el Habano, hasta el punto que los sentidos del olfato y el gusto te transportan a un puesto de especias en un zoco árabe. Por contra, los tabacos cubanos premium, como todo buen entendedor conoce, «solo» saben a eso, a tabaco cubano de las vegas de Vuelta Abajo, sin concesiones más allá de los matices.

Pepín García J. CH.

Para tratar de superar a la isla en la que los españoles convertimos en producto de lujo aquellas hojas enrolladas con las que los indios taínos enviaban sus deseos a los dioses en forma de humo, « 40.000 familias nicaragüenses dedican cada día de su vida con amor a hacer el más bonito de los cigarros» , en palabras de Alejandro Martínez, el propietario de la fábrica Joya de Nicaragua. Ahí está la gran apuesta del tabaco «nica», el mimo y la minuciosidad de todos los trabajadores que intervienen en el proceso, desde el agricultor hasta el último control de calidad.

El italiano Claudio Sgroi , presidente y «master blender» de Mombacho Cigars, se define como un «maníaco», porque «un pequeño fallo en la temperatura o la humedad puede tirar cuatro años de trabajo». Tal es el detalle que, a la hora de empacar los puros y colocarlos de más oscuro a más claro, en Mombacho distinguen 110 tonalidades de capa donde el común de los mortales apenas diferenciaría una decena.

Claudio Sgroi, de Mombacho J. CH.

Durante la magistral cata que dirigió, Claudio dio a probar tres pequeños puros elaborados cada uno con un solo tipo de hoja: seco, viso y ligero (las partes de la planta), una suerte de deconstrucción para percibir por separado cada una de las propiedades de las distintas hojas. Al final, absorbiendo los tres a la vez aparecía una armonía de sabores que mostraba la complejidad de un tabaco premium que solo se puede hacer con pasión y totalmente a mano.

Precisamente «pasión y amor» es lo que pone Félix Mesa, propietario de El Galán Cigars , una pequeña fábrica que produce exquisitos cigarros a base de mucho trabajo. «Esto no lo hacemos por dinero» -añade su hermano Jorge- «sino para honrar nuestra herencia familiar, lo que nos enseñaron nuestros abuelos en Cuba» («El Galán» era el mote de su abuelo, y «Doña Nieves» -otra de sus marcas-, el nombre de su abuela).

Félix A. Mesa EL GALÁN

Nicaragua también cuenta con uno de los grandes maestros mundiales del tabaco, José «Pepín» García , propietario de la laureada My Father Ciga rs. Le pregunto por qué sus puros son tan especiales: «Busca al dueño de una fábrica que se siente y haga estos cigarros», responde tras mostrar sus enormes habilidades como torcedor delante de decenas empleados (solo dos propietarios de fábricas en todo el mundo son capaces de trabajar como el mejor de sus torcedores).

Muy llamativa es la titánica Drew Estate, también en Estelí, que produce 160.000 puros al día sin usar una sola máquina eléctrica . En los controles de calidad llegan a encender y probar el 1,6% de la producción, más de 2.500 cigarros que no salen al mercado para cuidar de la calidad del resto . Especialistas en encontrar nuevos nuevos nichos de mercado, cuentan con un departamento de arte que convierte las cajas y las anillas en auténticas obras plásticas con estética de grafiti y vivos colores -la exitosa gama «Acid», por ejemplo-, que le viene como anillo al dedo a un rapero de Brooklyn (el fundador de Drew Estate es neoyorquino).

El gran mercado del tabaco nicaragüense es Estados Unidos (las páginas web de las marcas ni siquyiera están en español), pero tienen como reto crecer en Europa. En el caso de España, las exportaciones en 2017 subieron un 36%, hasta unos modestos 1,8 millones de euros (el precio de venta es inferior al de los Habanos). Desde luego, calidad para crecer no les falta .

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