El hijo de Carlos Baute le pide una pensión de 1.400 euros al mes por su precaria situación económica
José Daniel Arellán reclama al cantante una pensión alimenticia alegando que se encuentra en una «situación de necesidad» al no disponer «de los medios económicos suficientes para subsistir de manera digna»
Cuando apenas tenía 15 años, Carlos Baute tuvo un hijo con una joven, Náyera, dos años menor que él, al que terminó por reconocer en 2013 gracias al empujón que le dio el propio José Daniel Arellán tras varios años reclamando ser reconocido como hijo de. Siete años después de aquella victoria, el hijo del cantante le solicita una pensión de 1.400 euros al mes alegando que se encuentra en una «situación de necesidad» al no disponer «de los medios económicos suficientes para subsistir de manera digna» y apelando al artículo 143 del Códido Civil.
Según su abogado, el reconocido Fernando Osuna , el juez le ha dado diez días al cantante para que presente una defensa. «Esta demanda es distinta a los daños morales en su día pedidos. La demanda se basa en abuso de derecho por parte de su padre. La pensión de alimentos es una obligación de los padres», cuenta, destacando que, aunque es mayor de edad, su padre tiene el deber de ayudarle.
Y prosigue: «Es deber de los progenitores ayudar económicamente a sus hijos, aunque lleguen a la mayoría de edad. Esta obligación subsiste en tanto no alcancen los hijos la posibilidad de proveer por sí mismos sus necesidades». Osuna cree que incurre en falta porque no ha querido «atenderlo en ningún momento ni afectuosamente ni ha querido tampoco conocer y/o hacerse cargo de sus posibles necesidades vitales».
En estos momentos, José Daniel Arellán no dispone de los medios necesarios para subsistir ni oportunidades de conseguir un trabajo que se lo permita. Así lo demuestran los papeles presentados en los juzgados, entre ellos, su vida laboral, la demanda de empleo y certificados de IRPF.
Con anterioridad, el letrado presentó una reclamación de 20.000 euros por daños morales : «El cantante le ha causado graves padecimientos psíquicos por su actitud omisiva y negando su paternidad, se negó a facilitar las pruebas de paternidad, lo que sumió al hijo en una situación de gran angustia e impotencia», explicaba en su momento a través de un comunicado. «Asimismo, constituye una situación de humillación y decepción constante para el hijo biológico las numerosas publicaciones en redes sociales de su padre con sus otros hijos, mostrando afección y buena relación paternal, lo cual nunca ha demostrado, ni ha intentado tener con el hijo biológico, incluso después de reconocida su paternidad judicialmente».
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