El estilista Grinko en pasarela con su compañero y sus dos bebés gemelas

La imagen es insólita en un desfile de moda: Por primera vez dos bebés gemelas, envueltas en largas mantillas, hacen también la pasarela, concentrando sobre ellas la luz de los focos y de los fotógrafos, así como toda la atención del público. Se llaman Emma y Sophia, vinieron al mundo a finales de noviembre 2016 y las llevaban en brazos sus papás: el estilista ruso Sergei Grinko y su compañero Filippo Cocchetti. Nacidas en Méjico gracias a la fecundación heteróloga, Emma y Sophia han sido grandes protagonistas en la apertura de la semana de la moda de Milán con las colecciones para el otoño-invierno 2017-2018. La casa de moda Grinko, fundada por el estilista ruso, quiso epatar mostrando al mundo entero a las pequeñas.

Con su gesto, Sergei Grinko y su compañero Cocchetti han subrayado que vida privada y profesional no son dos cosas separadas. En la cuenta de Instagram de Grinko, además de imágenes de modelos, hay otras muchas fotos de Emma y Sophia. Es más, la ecografía de las pequeñas aparecía en la tarjeta de invitación para el desfile. Incluso han servido de inspiración para el papá Grinko, porque en los terciopelos y sedas de algunos vestidos así como en pantalones que lucieron las modelos en el desfile aparecían impresas las ecografías de las hijas Emma y Sophia.

Para Grinko y Cocchetti la presentación de sus gemelas era un acto de amor así como una expresión de orgullo y alegría por su paternidad. Su felicidad han querido compartirla con los demás. Emma y Sophia, bellísimas, recibieron en la pasarela los aplausos del publico, mientras sus papás tienen hoy gran notoriedad con esas fotografías que han dado la vuelta al mundo. Muchos entienden el orgullo gay y el hecho de que en esta historia no haya un padre y una madre tradicionales sino dos hombres felices y convencidos de su paternidad, pero al mismo tiempo han surgido inevitables preguntas: ¿Qué tiene que ver la paternidad, la pasarela y la publicidad con Emma y Sophia? Los bebés no piden notoriedad, sino solo amor sin exhibicionismo. De ahí que lectores de diversos medios critiquen duramente a Grinko por no hacer distinción entre lo privado y público, sobre todo con menores que tienen necesidad de una mayor tutela. En el «Foro del Corriere» escribe un lector: «Pobres criaturas víctimas del egoísmo de los adultos sin escrúpulos».