El escándalo Strauss-Khan revive en las televisiones de los franceses

La serie «Chambre 2806: l’Affaire DSK» (Habitación 806: el escándalo DSK), dirigida por Jalil Lespert, producida por Capa y distribuida por Netflix, reconstruye con precisión la historia, ascensión y caída de Dominique Strauss-Kahn

Dominique Strauss-Khan AP

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El escándalo sexual más grave e internacional de las últimas décadas sigue persiguiendo a la izquierda caviar y todos los líderes históricos del socialismo francés, culpables de complicidad por silencio y omisión con Dominique Strauss-Kahn (DSK), el más célebre e influyente de los socialistas franceses durante una larga década, hasta su caída en el abismo pantanoso y nauseabundo de sus abusos, violencias y comercios sexuales.

La serie « Chambre 2806: l’Affaire DSK » (Habitación 806: el escándalo DSK), dirigida por Jalil Lespert, producida por Capa y distribuida por Netflix , reconstruye con precisión la historia, ascensión y caída de DSK, el socialista que parecía llamado a conquistar el Elíseo a paso de carga, como candidato del PS a la presidencia de la República, entre 2007 y 2011, y uno de los financieros más influyentes en la escena mundial, como presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), por las mismas fechas.

Cuando estalló el primer escándalo, en Nueva York, tras la denuncia de una empleada del Hotel Sofitel, a la que intentó DSK violar y forzó sexualmente con humillación, lo más selecto del socialismo caviar francés, Jack Lang, ex ministro de Cultura, Laurent Fabius, ex ministro de Finanzas, entre muchos otros, intentaron «disculpar» el comportamiento machista, violento y agresivo, contra mujeres indefensas, de un amigo que parecía llamado a «salvar» el socialismo francés y europeo.

Primer escándalo: la denuncia de una violación

El documental distribuido por Netflix reconstruye por lo menudo la historia negra de ese escándalo…

François Hollande, futuro presidente de la República, sabía que DSK había abusado sexualmente de una joven periodista parisina , Tristane Banon: los abusos de DSK y sus aficiones prostibularias, en el París de la vida nocturna más canalla, eran conocidos de toda la élite del socialismo caviar francés. DSK incluso había «frecuentado» sexualmente a la madre de Banon, tecnócrata socialista de provincias.

El documental distribuido por Netflix «repesca» una legendaria emisión de TV, en la que participaron socialistas famosas, directores de agencias de publicidad, incluso el director de la victoriosa primera campaña publicitaria de François Mitterrand… Tristane Banon contó con lágrimas como DSK había abusado de ella , en circunstancias humillantes… una cierta elite política y periodista su reía a carcajadas de la historia. Un tribunal confirmó que DSK había abusado violentamente de una jovencísima periodista. Pero los delitos habían prescrito «judicialmente».

El comercio prostibulario de DSK

Tras el escándalo neoyorquino, en el Hotel Sofitel, donde la policía comprobó como el poderoso presidente del FMI perseguía por los suelos a una camarera indefensa, forzando una relación con violencia física, se descubrió el comercio prostibulario de DSK en el Hotel Carlton de Lille, donde la alcaldesa socialista, Martine Aubry, hija de Jacques Delos, uno de los papas del socialismo francés, nunca deseó enterarse que su «compañero» y amigo personal imponía un trato vejatorio a las prostitutas pagadas por un empresario «progresista».

La serie de Netflix recuerda el trato «verbal» con el que DSK trataba a las mujeres que violentaba en los lechos prostibularios: «material», «carne de cañón», «juguetes». Dicho todo entre chanzas y risas tabernarias. Jack Lang, antiguo ministro de Cultura, aparece en la serie riendo, alegre, estimando que «solo» podía culparse a DSK de ser un «libertino».

Gran éxito de público, sin embargo, la serie de Netflix cuenta con precisión como grandes periodistas sensibles al socialismo caviar ofrecían entrevistas alfombra a DSK, en la primera cadena de tv francesa, TF1, negando la palabra a las víctimas, para «limpiar» la sucia imagen de un personaje caído en una charca prostibularia .

«Enterrar» el pasado

La serie cuenta en detalle los millones pagados por la antigua esposa y víctima de DSK, Anne Sinclair (periodista millonaria, heredera de una de las grandes colecciones internacionales de obras de Pablo Picasso), para «enterrar» y «desacreditar» el testimonio de la primera víctima del antiguo hombre providencial del socialismo francés.

Ex ministros, ex tesoreros, ex presidente, constitucionalistas y publicitarios del socialismo y la izquierda caviar francesa vuelven a repetir su «confianza» en la «imagen» que ellos tenían de DSK, sin preocuparse nunca por escuchar las informaciones, declaraciones y acusaciones de las víctimas del financiero socialista más influyente de su tiempo, hoy retirado en Marruecos con su tercera esposa.

Pero esa indiferencia culpable, esa complicidad por omisión, tiene un costo trágico para el socialismo francés. François Hollande dejó un recuerdo lamentable como presidente, entre 2012 y 2017. «Chambre 806: l’Affaire DSK» (Habitación 806: el escándalo DSK) desentierra para el gran público historias nauseabundas que destiñen basura sobre la imagen de muchos dirigentes históricos del socialismo francés.

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