El Rey de Tailandia se aísla en un hotel de lujo en Alemania con 20 concubinas

Las líneas aéreas tailandesas han cancelado todos sus vuelos a Europa, pero dos de sus aviones están listos para volar en cualquier momento en los aeropuertos de Zúrich y de Múnich. En esta última ciudad alemana es donde está pasando la crisis del coronavirus el Rey Maha Vajiralongkorn (67 años), más conocido como Rama X , que ha hecho cerrar para él el Grand Hotel Sonnenbichi. Además de dos restaurantes, este hotel cuenta con un campo de golf y una piscina cubierta, así como un spa, un bar o lounge y una cafetería. Las 99 habitaciones del hotel, que ha pasado administrativamente al estatus de «edificio residencial», han quedado a su disposición.

Un portavoz de la oficina del distrito ha confirmado que «Garmisch-Partenkirchen ha otorgado al Grand Hotel Sonnenbichl un permiso excepcional, porque los huéspedes son un grupo único y homogéneo de personas que conviven habitualmente entre sí y sin fluctuaciones del exterior». El grupo al que se refiere incluye, además del Rey y su ayuda de cámara, 20 mujeres a las que la prensa alemana se ha referido como «concubinas», personal de seguridad y una docena de sirvientes. Fuentes de la Casa Real tailandesa han asegurado que el monarca se vio sorprendido por la pandemia en Múnich, ciudad que visita con cierta frecuencia por encontrarse allí sus médicos habituales, y que envió de regreso de Bangkok 119 sirvientes para quedarse con una corte más reducida. Medios alemanes aseguran que en ese vuelo había enfermos con Covid-19.

Rama X es un habitual de los mejores hoteles de Baviera. En 2017 pasó casi todo el año en Múnich con su entonces amante, Koi, una exazafata de Thailand Airwais que fue a parar a prisión en Tailandia después del romance. La esposa de Rama, la Reina Suthida (41) pasa la mayor parte del año en el Hotel Waldegg, en Engelberg (Suiza). Ambos suelen dejarse ver por zonas comerciales no especialmente exclusivas y sus peculiares gustos son bien conocidos por los hoteleros de la zona. Pero en esta ocasión, en medio de una crisis sanitaria global, su presencia en Europa está siendo objeto de graves críticas. Bajo la etiqueta #¿Paraquénecesitamosunrey?, internautas tailandeses están criticando en Twitter su actitud, desafiando la ley de lesa majestad, que castiga con hasta 15 años de cárcel las críticas al monarca. El promotor es un profesor exiliado en Francia, Somsak Jeamteerasakul , que publicó en las redes sociales que Rama X, «aburrido» en Alemania, había viajado en su avión privado desde Munich a Hamburgo en medio de la pandemia porque las medidas de confinamiento son más estrictas en Baviera que en el norte de Alemania.

El Centro Contra las Noticias Falsas de Tailandia y el ministro de Economía y Sociedad Digital, Puttipong Punnakanta, han advertido que compartir noticias y fotos falsas es un delito, sin referirse expresamente a la polémica, destacando la donación por parte del Rey de equipamiento para luchar contra el COVID-19. Y desmintiendo que no se preocupe por las víctimas de coronavirus en su país.

Desde que fue coronado, Vajiralongkorn ha aumentado el control financiero y de seguridad de la Casa Real con respecto a su padre, el Rey Bhumibol Adulyadej, fallecido en 2016. El monarca no ha heredado la popularidad de su progenitor, al que gran parte de los tailandeses reverenciaba como el padre de la nación, y su excéntrica personalidad está alentando a las fuerzas republicanas. Después de cambiar las leyes para poder tener una concubina oficial y de efectuar algunos nombramientos, desapareció de la vida pública para pasar gran parte de su tiempo en Europa. Su fortuna está calculada en 56.000 millones de euros.