HISTORIAS DEL ELEMENTO LÍQUIDO

Mauro

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Se me nota la empatía que tengo con este mundo al que he pertenecido la mayor parte de mi vida. La hostelería, en general, y la restauración, en particular, siempre han sido dos pasiones en mi vida. Son de los negocios más complejos que existen, básicamente porque se juega con los cinco sentidos del cliente.

Todo influye y además es estresante, costoso, agotador y roba mucho tiempo personal. Es el único trabajo en el que se sirve a la gente, ávida de experiencias que le trasladen al pasado como en Ratatouille, o que te aporte otras nuevas.

A esta complejidad se une que en este país es especialmente difícil salir bien parado ante una crítica por una serie de circunstancias, como la cultura de salir de bares, además del agravio comparativo que sufre la hostelería por lo bien que se come en casa de mamá, en la de la tía o en la de la vecina de la esquina además de nuestro carácter liviano en el continente, pero ácido en el contenido.

Ahora tengo una visión más cómoda, ya que me muevo entre las bambalinas de los bares y restaurantes de esta provincia, y me parece impresionante lo que se cuece allí.

Hoy he decidido poner rumbo hacia Puerto Real y hacerle una visita a mi amigo Mauro Barreiro en su restaurante La Curiosidad de Mauro, ya que tengo que sentarme con el a asesorarle sobre unos vinos y además tengo yo la curiosidad de sumergirme en las novedades que ha incorporado en su carta tras la necesaria y magnífica reforma a la que ha sometido su local.

Un amigo me dijo una vez que los grandes cocineros de este país parecen intocables y que responden muy mal ante las críticas negativas. Yo siempre he sido partidario de sumar y no de restar, así que si tengo que hablar, normalmente, hablo bien de un vino que me gusta, porque entre tres millones que hay catalogados, no perderé el tiempo en sacar defectos a uno que no me guste tanto, o una botella en un día concreto. Prefiero concentrarme en los que me gusten de verdad. Pero ese es mi estilo.

Así que tras charlar con Mauro de vinos y un poco de la vida, me ha recomendado, para probar unos cuantos platos nuevos de su carta, precisamente un Mauro. Es un vino de Castilla y León equilibrado, opulento y sensual, que reivindica la identidad del terruño. Elaborado con uvas tempranillo y Syrah, es estructurado, sedoso y pleno de fruta madura. Y está criado en roble americano y francés durante 16 meses.

Perfecto para comidas contundentes y ocasiones especiales. Y como hoy lo es por haberme sentado con Mauro y su Curiosidad me voy a gastar los 35 euros que vale la botella y voy a disfrutar de la inquietud de este gran cocinero y del bonito espacio que me ofrece.

¡Tú no Mauro, que tienes que currar!

¡Salud Señores!

www.curiosidadmaurobarreiro.com

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