La tensión creada por los okupas de Barcelona la terminan pagando vecinos y comerciantes

Se habían citado para una batalla urbana los okupas de los dos bloques y de otras partes que llegaban en columna y vecinos y gente de la empresa Desokupa. Pero el control policial, casi 400 agentes, impidió la guerra, aunque no las guerrillas. Hubo alguna carga para evitar que los bandos se juntarán. Lanzamiento de piedras y palos y destrozos en cristales de bancos y locales. Los Mossos enseñan cómo se han blindado los okupas en los edificios: agujeros camuflados o puertas electrificadas para cuando se produzca el desalojo policial. De momento sigue la tensión y seguirán los desafíos, al menos hasta que los dos bloques ocupados, El Cubo y La Ruina, tengan las órdenes judiciales para el desalojo. -Redacción-