Podemos da cobertura a Bildu en su negativa a condenar los ataques de los proetarras en Durango

Los morados son socios de Bildu en el Gobierno municipal

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Aunque los ataques de proetarras se suceden a diario en las calles del País Vasco desde que el preso Patxi Ruiz iniciara su huelga de hambre, las instituciones del territorio no logran articular una respuesta unitaria de repulsa. Principalmente, por la oposición de EH Bildu a utilizar la palabra «condena». Este hecho ha dado lugar a situaciones como la que se vivió el miércoles en el Ayuntamiento de Durango (Vizcaya), donde los batasunos se desvincularon de nuevo de un texto de rechazo hacia estos actos violentos. En esta ocasión contaron también con el respaldo de Podemos, que tampoco apoyó el texto pese a que apenas días antes se produjeron pintadas en su sede.

La iniciativa partió del PNV, que llevó al Consistorio un ruego municipal en el que se denunciaban las «amenazas y ataques» que estos días «se han sufrido tanto en el domicilio privado de representantes políticos electos como en las propias sedes de partidos políticos». El objetivo del mismo era el de exteriorizar la «más absoluta condena y rechazo a estas agresiones» por parte del Ayuntamiento, gobernado por la dirigente de Bildu Ima Garrastatxu.

El escrito pretendía también recoger la «solidaridad» hacia las personas y partidos «que se han visto amenazados y agredidos». Desde que Patxi Ruiz iniciara la huelga de hambre, son ya más de 40 los ataques que se han registrado en el territorio.

Durante la sesión, los batasunos lamentaron incluso que se volviera a debatir en el Consistorio sobre este asunto, y rechazaron su adhesión al texto tal y como ya hicieron la semana pasada en el Parlamento vasco. Pero fue la primera vez que les secundó Elkarrekin Podemos, que en Durango está integrada en el grupo de Herriaren Eskubidea. Precisamente, este último es socio de Bildu en el Gobierno municipal.

«Tergiversan»

En este escenario, ayer el Partido Nacionalista Vasco de Durango emitió un comunicado en el que recriminó tanto a EH Bildu como a Podemos que no hayan «querido aprobar» la «declaración institucional».

Fuentes de Podemos matizaban que no se produjo «ninguna negativa» al texto, y recordaron que el partido morado condenó en días anteriores los ataques que se perpetraron en sedes de partidos. Subrayaron, en este sentido, que el PNV lo que llevó es un ruego «que se debatió pero no se votó», y acusó a los nacionalistas de «tergiversar los hechos».

La ambigüedad de Bildu

Los proetarras han atacado cuatro nuevas sedes de PNV y PSE en diversos puntos de la Comunidad Autónoma vasca. El nombre de Patxi Ruiz ha aparecido en las fachadas del «batzoki» de Larrabezúa, en Vizcaya, así como en la Casa del Pueblo de Derio. Son ya más de 40 los ataques registrados en las últimas semanas.

Los actos de «kale borroka» han forzado a Bildu a improvisar un discurso que le permitiera ganarse una imagen de «centralidad» política sin perder la simpatía del ala más dura del nacionalismo radical. El resultado fue una respuesta ambigua que no contentó a nadie, pues mientras los partidos le reprochan su negativa a firmar un manifiesto de «condena» a los ataques, los extremistas le acusan de actuar con tibieza.

No es esa, sin embargo, la lectura que hacen de lo sucedido los soberanistas. Su portavoz en la Cámara de Vitoria, Maddalen Iriarte , considera que su postura ha sido «absolutamente clara» , que es la de que «no comparte» los ataques que se han perpetrado. «Nadie duda de lo que es EH Bildu y del trabajo que ha realizado para avanzar en la construcción de la paz y de la convivencia», dijo en Radio Popular la mandataria independentista, que consideró que los partidos están utilizando el temapara sacar «rédito político».

Iriarte volvió a eludir cualquier «condena» a los ataques. Fue precisamente esta palabra la que suscitó la semana pasada el rechazo de Bildu a la hora de suscribir el manifiesto con el que los partidos del Parlamento exteriorizaron su rechazo a la actuación de los extremistas. Posteriormente, la diputada en el Congreso Mertxe Aizpurua añadió más leña al fuego al sugerir que las pintadas en el domicilio privado de Idoia Mendia, secretaria general del PSE, fueron consecuencia de la «situación» que está atravesando Patxi Ruiz en la cárcel. «Si no, no sucedería esto», espetó.

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