Carmelo Barrio: «El PNV distrae con las elecciones vascas su mala gestión»

El parlamentario del PP vasco considera que la «fama» de buen administrador del Partido Nacionalista «ha caído en picado» por las crisis del coronavirus y Zaldívar

Carmelo Barrio, portavoz del PP en el Parlamento vasco EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La voracidad del coronavirus obligó a Iñigo Urkullu a suspender «sine die» las elecciones del País Vasco que él mismo había adelantado al 5 de abril. El lendakari ha anunciado ahora su deseo de celebrarlas en el mes de julio, una posibilidad que sin embargo genera dudas entre los grupos de la oposición. A juicio de Carmelo Barrio (Vitoria, 1960), quien recogió el testigo de Borja Sémper como portavoz del PP en el Parlamento autonómico, el líder nacionalista utiliza la cuestión electoral como mera «distracción».

El lendakari defendió la semana pasada ante los grupos políticos su idea de celebrar elecciones en julio. ¿Convencen al PP las razones que dio?

Iñigo Urkullu trasladó una intención, que es la del PNV, de convocar elecciones en julio en base a lo que le ha dicho el Departamento vasco de Salud. Nosotros creemos que hay que ir más allá, disponer de estudios científicos, objetivos, que avalen el proceso electoral con todas las garantías, tanto en julio como en septiembre. La responsabilidad es del lendakari, que ya metió la pata en su convocatoria para abril y tuvo que dar marcha atrás.

¿Significa eso que el PP no apoyará el plan del Gobierno vasco?

Si Urkullu confirma que habrá elecciones en julio desde luego participaremos con normalidad, la convocatoria está únicamente en sus manos. El problema es que el lendakari solo funciona como correa de transmisión del PNV para los intereses del PNV. Ahora hay que pedirle que no mire solo por su propio beneficio sino por el del pueblo vasco.

¿Hace bien Urkullu al abrir ahora el debate sobre la fecha electoral?

Bueno, las prisas y la mala gestión del Gobierno vasco en determinadas cuestiones que tienen que ver con la pandemia hacen pensar que el PNV utiliza la cuestión electoral como elemento de distracción. Está claro que hay que hacer elecciones este año, pero el Partido Nacionalista las está usando para disfrazar defectos de gestión muy importantes con la incidencia del coronavirus en el País Vasco, que ha sido especialmente dramática. Están el asunto del vertedero de Zaldívar, las mascarillas defectuosas, los respiradores que nunca llegaron… No cabe duda de que su fama de buen gestor ha caído en picado.

No sacar urnas en julio implica a priori hacerlo en otoño, aunque el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, amenazó incluso con la posibilidad de no celebrar los comicios hasta primavera de 2021.

Por eso lo que nosotros pedimos es rigor. Y Erkoreka lo único que hace es actuar como el policía de la política vasca. Lo que tendría que ser es más proactivo y menos amenazador, en consonancia con lo que piden los vascos. Que garantice las elecciones personalmente, que las haga viables y dé seguridad a las personas. Está en la misma clave de lo que decía antes, se trata de desviar la atención hacia el proceso electoral. Y efectivamente, Erkoreka es un campeón en desviar la atención.

¿El hecho de que el Parlamento vasco mantenga bajo mínimos su actividad no obliga a pensar en unas elecciones más tempranas que tardías?

Está claro que el Parlamento se ha convertido en algo inservible. El primer gran error fue de Urkullu al disolverlo, y ahora la actitud hostil de la Mesa del Parlamento, dominada por PNV y PSE, hace que haya desaparecido su esencia, que es la del control del Gobierno. Al PP le han laminado sus derechos parlamentarios. No puede presentar iniciativas, proposiciones no de ley o solicitudes de comparecencia. Incluso se nos niega la posibilidad de presentar enmiendas. Eso es anticonstitucional, y es debido a la falta de liderazgo de la presidenta del Parlamento (Bakartxo Tejeria).

¿Se respira ya aire de precampaña entre los grupos?

Sí, yo creo que sí. Evidentemente tenemos que ir preparándonos para las elecciones de dentro de unos meses. Pero nosotros lo que queremos es que la prioridad del Gobierno vasco y del de España siga siendo salir de esta crisis.

¿Cómo afronta el PP estas elecciones? ¿Se ha adaptado ya a su «nueva normalidad» tras dejar Alfonso Alonso la presidencia y la marcha de Borja Sémper?

El PP vasco ha tenido que amoldarse a los devenires puntuales que tienen todos los partidos políticos. Creo que la llegada de Carlos Iturgaiz como candidato a lendakari le da un toque muy importante, porque fue presidente del PP vasco en la época más complicada que hemos vivido y es una persona formada con una gran sensibilidad por el país y su gente. La buena sintonía con el PP nacional y el liderazgo de Iturgaiz indica que estamos en bun buen momento para afrontar esta cita electoral.

El debate sobre la «desescalada» del coronavirus ha provocado confrontaciones entre los Gobiernos central y vasco. ¿Es usted partidario del «mando único» de Sánchez, como lo llama Urkullu, o prefiere que sean las autonomías las que decidan su propia hoja de ruta?

Yo creo que ese debate que han propiciado los nacionalistas es estéril. Hay una clara sobreactuación por parte del PNV cuando lo fundamental en estas crisis es la lealtad y la cooperación. Es verdad que la gestión de Sánchez tampoco ha sido buena, ha estado cuajada de errores, opacidades y mentiras. Ha sido él el que ha desvirtuado las características del mando único y no le ha salido bien. Eso es terreno abonado para que los egoísmos nacionalistas afloren.

¿Aprecia esos valores de cooperación en la actuación del PP en esta crisis?

El PP siempre ha estado dispuesto a la cooperación, yo creo que está haciendo un esfuerzo de generosidad permanente. Pablo Casado se lo ha dicho a Pedro Sánchez de manera reiterada: «Aquí está el PP para llegar a acuerdos». Sin embargo, la mala gestión del mando único por parte de Sánchez le está aislando cada día más.

La crisis ha hecho aflorar también diferencias entre PNV y PSE, socios en el Gobierno vasco.

Yo veo ahí otra pose preelectoral. Ahora aparentan diferencias, pero es una confrontación aparente, estética. El PNV sigue siendo el socio político de Sánchez, y seguramente tendrán pactadas estas discrepancias.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación